Servid al SEÑOR con temor; y alegraos con temblor. Salmos 2:11.
Desde hace varios días nuestra tierra de Puerto Rico tiembla. Pero, no solamente Puerto Rico tiembla sino hay varios lugares que se han impactado por terremotos, volcanes, cambios climáticos, rumores de guerra entre otros eventos que han impactado la normalidad del día a día de las personas. Algunas personas aún pendiente al vaso de agua, muchos no duermen, muchos dejan de hacer su vida normal porque ha llegado a sus vidas el temor. La pregunta es, ¿en quién hemos confiado?
Estaba leyendo unas palabras de mi hermano que decía “Acuérdate que hay gente que no tiembla ante su presencia (Dios), entonces Él nos hace temblar a su manera”. Muchas veces nuestros corazones se han enfriado, ya no sentimos compasión por el necesitado, se asesina sin temblar la mano, se asesina al prójimo no solo con un arma de fuego sino usando la lengua, con el tiempo se ha perdido ese amor de hermandad, los valores se han ido desapareciendo, a lo bueno decimos malo y a lo malo le decimos bueno. Pensamos en lo material, pensamos que somos únicos y que nos merecemos todo, ya el amor a la familia se ha perdido, la distancia ha separados a mucha gente no solo físico sino emocional. Pensamos en tantas cosas, que llegamos a una depresión y nos invade el temor a tal extremo que nos olvidamos que dependemos totalmente de Dios.
El hombre podrá determinar ciertas cosas, pero cuando la tierra gime, solo Dios está en control. Dios ha diseñado el mundo de una manera espectacular para recordarnos que él es Dios. Que Él nos recuerda que su majestuosidad es única y que nadie ni un ser humano podrán igualar su poder ni conocer sus planes. Iglesias vacías…lugares vacíos… como si Dios no existiera. Dios nos estremece, y trata de exponer su causa, pero el hombre que dice creer en Él es el primero que tiembla y deja de confiar en el poder del Magnifico. La tierra tiembla, gime y llora porque fuimos malos administradores, pero eso no implica que el amor y la misericordia de Dios sigue vigente. Solo busca más su presencia y acuérdate quien es tu Dios. El protector, el suplidor, el sanador, el Dios de lo imposible. Si Dios cuida de las aves del campo como no a ti que eres su obra perfecta. Como dice una de mis hermanas “¡Que mejor sería temblar ante su presencia y rendirle honor a EL. Pero, mucha gente prefiere temblar con los sismos.” Es tiempo de levantar tu espíritu y alabar a tu Dios en medio de las circunstancias. Tiempos de adoración pero, sobre todo de humillación y perdón.
Oración: Abre tu corazón
Señor Jesús, estoy delante de tu presencia en humildad y humillación para pedirte que me perdones. Hoy, quiero tener mi paz del alma y vivir confiado que tú, Jesús tienes el cuidado de mi vida, mi familia, mi pais y mis propiedades. Que nada se mueve si no es por tu poder. Que tú nos recuerda que nos ama y nos cuida. Gracias por tu completa cobertura, Jesús, Amen.
Consejo
Mis queridos amigos, es tiempo de estar preparado en todas las facetas de tu vida. Vivimos tiempos difíciles, pero mucho de lo que sucede en nuestro planeta lo ha provocado el mismo hombre. Quizás la reparación sea un poco tarde, pero la naturaleza tiene que hacer su función. ¿Qué podemos hacer nosotros?
- Primeramente, buscar a Dios y confiar plenamente en El. Asiste a tu Iglesia de preferencia, no dejes de asistir. Tu fe también es probada. Sea juicioso en su caminar.
- Segundo, prepararnos con todo los recursos necesarios como lo es agua, medicamentos, y todo lo que se les ha enseñando a través del tiempo para cuando lleguen momentos naturales como son los terremotos, huracanes y otros.
- Tercero, si necesitas ayuda, búscala. Ve a tu comunidad, gobierno, iglesias, organizaciones sin fines de lucro, entre otras. No esperes al último momento para accionar.
- Cuarto, continúa con tu vida normal o de rutina, el mundo continuo y tú también.