Pues he aquí el que forma los montes, crea el viento y declara al hombre cuáles son sus pensamientos, el que del alba hace tinieblas y camina sobre las alturas de la tierra: el SEÑOR, Dios de los ejércitos, es su nombre. Amós 4:13
El viento sopla y no sabemos de donde proviene. El viento, el cual acaricia nuestro cuerpo, es el aire que respiramos. Y, es el único que al soplar, nos detenemos para respirar y le permitimos que entre en nuestro ser. Dependemos del aire, dependemos de este aliento maravilloso que nos hace sentir y recordar que estamos vivos. Continue reading “El viento”