9¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, y toma tu lecho y anda? 10 Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar los pecados, (dice al paralítico):11 A ti te digo: Levántate, y toma tu lecho, y vete a tu casa. San Marcos 2:9-11
El pasado blog fue bajo el tema Resiliencia, hoy les escribiré sobre Superar el Pasado, lo cual es parte del proceso de un resiliente. Cuando tú te levantas de las cenizas, en tu vida hay un proceso. Uno de los procesos es
superar tu pasado. Nuestro pasado viene con un bagaje lleno de diferentes situaciones tales como baja autoestima, divorcio, depresión, vicios, desempleo, enfermedad y otras cosas que cada uno guarda en su “gaveta secreta”. Hoy, quiero hablarte (escribir) sobre varias situaciones que día a día en nuestra actualidad vivimos.
A través de la biblia hay varias historias fascinantes de personas que tenían un pasado que la sociedad rechazaba y que solo Dios pudo transformarlos. Una de las personas con una historia fascinante lo es la vida de María Magdalena, ella estaba endemoniada no solo por un demonio sino por 7 demonios (San Lucas 8:2). Dios la libertó, ella fue seguidora de Jesús y mensajera de su resurrección. Vemos la historia de Rahab, ella era una ramera (prostituta) (Josué 2:1). Rahab ayudó a los espías de Josué y reconoció el poder de Jehová tanto fue así que formó parte de la genealogía de Jesucristo (Mateo 1:5). Tenemos, el caso de la mujer samaritana (San Juan 4), donde Jesús le reveló su pasado y ella dio testimonio del encuentro con Jesús y muchos creyeron en El. Otro caso fue el de Saulo (Hechos 9), un hombre que se dedicaba a buscar a los cristianos para ponerlos presos y aún peor, matarlos. Leemos como Saulo tuvo un encuentro personal con Dios y se dedicó luego a predicar el evangelio a toda criatura.
Otro caso, es la vida de David, que Dios amó y siendo pastor de ovejas fue ungido como Rey de Israel. Aconteció que durante su reinado, David en tiempo de guerra se quedó en Jerusalén (1 Samuel 11). Y sucedió que un día, David se paseaba sobre el techo de la casa real y vio desde el terrado a una mujer bañándose, la cual era hermosa. Esta mujer, Betsabé, era esposa de Urías. Aún David conociendo que ella era casada, él la mandó a buscar y se acostó con ella. Pero, eso no fue suficiente, mandó a matar a Urías colocándolo al frente de guerra. Dios se desagradó de lo que hizo David y lo amonestó por medio del profeta, Natán. Castigo llego a la casa de David. David se arrepintió de su pecado. Dios es su amor y misericordia lo perdonó y amó. Tanto, así que le dio un hijo a David y a Betsabé el cual se llamó Salomón, el cual Dios amó (2 Samuel 12) y Dios en su amor le permitió a David estar en la genealogía de Jesucristo (San Juan 1).
Con estos ejemplos bíblicos, vemos que son vivencias de nuestra actualidad como seres humanos que vivimos en un mundo lleno de tantas adversidades. Pero, ¿que hay en común entre todas estas personas? Fue el arrepentimiento. Y, sobre todo el denominador común como lo es el amor, perdón, y misericordia de Jesús.
No sé porque proceso de adversidad tú estés pasando. Quizás hay muchas personas que conozcan de ti y tu situación, pero de una cosa estoy segura que solo depende de ti levantarte y caminar. Es importante superar tu pasado, eso es parte de ser un resiliente, es no dejarse sumergir por la derrota o fracaso, ni por lo que piensen la gente de tu pasado. Es momento de levantarte de la camilla y emerger. Jesús te dice hoy “A ti te digo: Tus pecados te son perdonados; levántate, y toma tu lecho, y vete a tu casa.”
Oración: Abre tu corazón
Señor Jesús, hoy estoy ante tu presencia pidiéndote perdón. No sé cuántas veces he venido ante tu presencia a pedirte perdón, pero si reconozco que no importa cuántas veces yo caiga de rodillas, tú me levantas, cura mis heridas y me vuelves a perdonar. Te doy gracias por tu amor y misericordia, pero sobre todo por tu perdón. Ayúdame en mi nuevo caminar porque sé que mi pasado tú lo echaste en el fondo de la mar. Hoy soy un hombre y/o mujer nueva en ti. Amen.
Consejo
Querido amigo(a) quiero decirte que tú tienes la capacidad para hacer frente a tus problemas. Tú puedes vencer los obstáculos y no debes ceder a la presión que la sociedad dictamina. Como dice mi marido, “vivimos en una sociedad llena de alta tecnología y comercialización, que le damos más importancia al dinero (trabajo) y al qué dirán” o lo que piensa otros de ti.
Y a la verdad amigo(a), un resiliente se olvida de todo su pasado y no les importa lo que otros digan porque se ha dado cuenta que hay otras cosas maravillosas que el mundo nos da como lo son la naturaleza, familia y seres queridos. Despertamos para ver y vivir las maravillas que Dios nos ha regalado; cosas extraordinarias para poder disfrutarlas libremente y recordar que Dios nos ha dado un nuevo comienzo por su amor y misericordia. Hoy ponte en pie de victoria porque nuestros pecados han sido perdonados por Jesús. ¡Levántate, toma tu camilla y camina! Ve a casa y disfruta de la vida y la oportunidad de vivir un día más.