Y dijo Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y añadió: Así dirás a los hijos de Israel: “YO SOY me ha enviado a vosotros.” Éxodo 3:14
Mientras meditaba en la palabra de Dios, Dios me decía no me encajones. En estos tiempos que vivimos en cuarentenados, Dios rompió el patrón normal de una sociedad. Rompió con los patrones religiosos, políticos y salubridad. Ya no seremos los mismos cuando la puerta al mundo exterior se abra por completo.
Dejamos de ser el viejo yo, para ser personas que aprendimos a valorar nuestras familias, nuestros trabajos, nuestros amigos, nuestra salud entre otras cosas. Ya no pensamos en un Dios que se divide en mil religiones sino en un solo Dios que nos une como hermanos. Que cuando nos unimos a pedir perdón por una nación y oramos los unos por los otros es el mismo Dios de todos. En lo político, hubo consenso cuando se unieron naciones para controlar la pandemia. En la salud, todos reconocieron que había que estar preparados para atender no solo un simple catarro o cirugía sino que reconoció que todavía la ciencia y la medicina requerían más exploración para poder batallar pandemias como las que vivimos.
Esta pandemia nos enseño que no hay raza, no hay religión, no hay ideas políticas, no hay medicina sino que hay un Dios que en El todo es posible. La naturaleza da gracias, los pájaros cantan, los animales del bosque salieron sin miedo a ser cazados por diversión, que las aguas fueron limpias, y que en el cielo brilla el sol y la luna de noche. Hoy, reconozcamos que las puertas de los cielos estuvieron siempre abiertas para todos los que confían en el Dios de Gloria. Al Señor de Señores, Jesús, que pronto llegara por su pueblo, una nueva civilización nos espera.
Oración: Abre tu corazón
Señor Jesús, estoy delante de tu presencia pidiéndote perdón. Hoy, quiero darte gracias por el cuidado y sostén que tu siempre a has tenido en mi casa y en mi vida. Ayúdame a continuar siendo fiel a ti y a tu palabra te lo pido en tu nombre Jesús, Amen.
Consejo
Mis queridos amigos, el tiempo nos ha dado una nueva oportunidad de vida. No desperdiciemos esta nueva oportunidad. Estén más atentos a sus familias, amigos y cuidad de su trabajo. Perdonad a los que os ofenden y Dios hará justicia.
Ahora que muchos salen fuera de sus casas, tomen las debidas precauciones usen sus mascaras y guantes o lavar sus manos. No bajen la guardia. Confíen en Dios en todo tiempo. Si es necesario volver a sus trabajos no tengan miedo; pues, Dios los cuida siempre como cuido a todos los trabajadores que estuvieron activos durante la cuarentena.