Una palabra final: sean fuertes en el Señor y en su gran poder. Efesios 6:10
El cuidado y la protección son dos acciones que las personas buscan en su diario vivir. Deseamos ser amado, cuidados y protegidos. Son necesidades básicas de un individuo. Muchas veces recurrimos a los brazos de mamá, papá, un amigo, esposa(o) u alguien que usted tenga la confianza de hablar de su necesidad ya sea alegre o triste. Dentro de cada circunstancia tratamos de ser los más fuertes y muchas veces pensamos que solo podemos. Pero, la realidad es que solo no podemos. Cuando las circunstancias de la vida nos trastocan y no podemos más, es tiempo de ser fuertes y buscar las ayudas necesarias para continuar el camino de la vida.
Muchas veces no luchamos contra enemigo de carne sino contra gobernantes malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo en que vivimos. Tambaleamos…pero hoy les digo no temas, ni desmayes porque hay alguien que te ayuda a levantar, hay alguien que te das las fuerzas para continuar en tu caminar. Cuando el mundo te grita lo contrario, cuando el mundo te diga no se puede, cuando sientes que ya todo se ha terminado y no hay solución, hay alguien que te dice ponte mi armadura para que te mantengas fuerte y firme ante las adversidades que vives. Por lo que, al colocarte su armadura podrás resistir las batallas en todo tiempo. Con la armadura podrás continuar estando en pie y firme. ¿Quién es esa persona y cuál es la armadura?
Esa persona es Jesús que te da su armadura para que te proteja en medio de tu batalla. No solo te da la armadura sino que te pone los calzados de paz y te da el cinturón de la verdad, te coloca la coraza de justicia, te da el escudo de la fe. Al colocarte toda esta armadura y tener a Jesús en tu batalla, no hay diablo que resista su poder ni el poder que Dios te ha otorgado para que seas un vencedor. Por lo que serás un guerrero de luz en medio de las tinieblas. Si deseas ganar todas las batallas, te presento a Jesús y su ejército por lo que no perderás ninguna batalla.
Oración: Abre tu corazón
Señor Jesús, hoy estoy delante de tu presencia pidiéndote perdón. Gracias por recordarme que tú nos da la armadura celestial para vencer cualquier obstáculo que nos impida continuar en el camino. Gracias por tus cuidados y protección. Amen.
Consejo
Mis queridos amigos, cuando vengan las batallas físicas, espirituales y hasta emocionales les recomiendo que oren en el espíritu en todo momento. Busquen a personas que les ayude a orar. También, busquen personas que les pueda ayudar en cualquier situación que estén ustedes viviendo ya sea médico, psicólogos, pastores, amigos, y tanto otros recursos que existen en nuestros días que le pueden ayudar. Recuerden solo no están.