Pero estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho precio; y quebrando el vaso de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza. San Marcos 14:3
El valor de un frasco de perfume, ¿cuánto estarías dispuestos a pagar? ¿Te basaras en el tamaño, en la marca, en el aroma o el precio? Todo depende de ti. Dependerá de tus gustos, de la ocasión o lo que este dentro del presupuesto. La calidad del perfume es esencial, pues no queremos que nos dé una reacción alérgica a nuestra piel o moleste nuestro aroma a otros. Pero, ¿que nos motiva a obtener dicho perfume?
El perfume tiene como ingrediente principal el alcohol o aceite. Depende de la fragancia se añade otros ingredientes para dar el aroma o el color a dicha fragancia. Al usar el perfume sobre tu piel sentirás lo agradable que puede ser ese aroma en ti y en otros. Al recordar la historia de la biblia sobre la mujer que derramó su perfume sobre el cuerpo de Jesús, los discípulos hablaron sobre el costo de ese perfume por lo que, la calidad de ese perfume perfumó la habitación ya que pudieron oler la fragancia de ese perfume y pudieron determinar su valor en el mercado. Al comparar el perfume con la vida interior, la vida interior es un reflejo de ese perfume agradable el cual es valioso ante la sociedad. El perfume es la honestidad, la templanza, la mansedumbre, el amor, la paciencia, de tu boca salen palabras de consuelo y de bendición, entre otras virtudes. De ti emana un perfume agradable en que muchas personas quieren estar cerca de ti.
Cuando obtenemos el ingrediente principal que es Jesús, el otro ingrediente es nuestro ser y los otros compuestos que son basados en nuestros valores comenzaremos a emanar una fragancia extraordinaria. Una fragancia que nadie dejara de hablar, pues cuando llegas a la habitación todos se percataran que llegaste pues, emanas una fragancia diferente a los demás. Tu perfume es único, no permitas que nadie lo contamine.
Oración: Abre tu corazón
Señor Jesús, estoy delante de tu presencia pidiéndote perdón. Hoy quiero que tú habites en mi corazón como el perfume de todo mí ser. Te lo pido en tu nombre, Jesús, Amen.
Consejo
Mis queridos amigos, es tiempo de re-evaluar nuestro ser interior. ¿Qué nos molesta? ¿Qué podemos hacer para mejorar mi estado actual? Todo depende de ti.
El buscar ayuda es de valientes. Recuerda que solo no estas.