Por eso les digo: crean que ya han recibido todo lo que están pidiendo en oración, y lo obtendrán. San Marcos 11:24
En tiempos difíciles nos detenemos y dejamos de hacer lo que realmente estamos llamados a hacer. Cuando decaemos, bajamos la guardia y olvidamos el propósito de Dios para nosotros. Dios nos recuerda que es hora de recuperar lo que Dios ha puesto en nuestras manos. Muchas veces dejamos de lado la transformación en la que Dios ha estado trabajando. Es hora de despertar y cambiar la historia de nuestras vidas.
Dios nos recuerda cuando Pablo fue encarcelado (Libro de los Hechos), incluso en prisión nunca dejó de escribir y animar a las iglesias al propósito que Dios tenía para toda la iglesia. Con esto Dios nos recuerda que nunca dejemos de hacer lo que Dios quiere que hagamos. Nos recuerda la historia de la mujer con el flujo de sangre (Marcos 5: 25-34) que no importaban las condiciones de su época y los obstáculos que tuvo hasta que llegó al Maestro, nunca se detuvo hasta que llegó allí.
Muchas veces pasamos por situaciones y esperamos que Dios haga algo por nosotros, pero la realidad es que somos nosotros los que tenemos que actuar y caminar hacia lo que queremos porque eso es fe en acción. Por tanto, la fe sin acción está muerta. Dios siempre ha estado presente, solo depende de nosotros actuar sobre aquellas ideas que nos vienen a la mente y al corazón porque cuando actuamos las puertas se abren y sabremos que tenemos la aprobación de Dios.
Oración: abre tu corazón
Señor Jesús, estoy ante tu presencia para poner en tus manos todas mis ideas y proyectos. Hoy decido caminar en fe. En tu nombre, Jesús, amén.
Consejo
Queridos amigos, no puedo negar que muchas veces bajo las manos y hago una pausa. Entonces Dios me recuerda que continúe. Incluso cuando no veo resultados, debo continuar porque eso es fe. Recomiendo a mis amigos que no se detengan. Cuando todo parece difícil y miras hacia atrás, realmente has recorrido un largo camino. Así que no te detengas. Si necesitas ayuda, búscala porque siempre hay personas que están dispuestas a ayudarte sin ninguna condición. Recuerda solo no estas. Confíe en el proceso que Dios ha establecido para nosotros. Dios no da nada difícil o imposible de hacer.