Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas. Josué 1:9
Existen momentos en nuestras vidas que nos escondemos o no nos atrevemos pues, nos invade el miedo. Dejamos de ser quienes somos, dejamos de pensar por nosotros mismos y le permitimos a otros que escojan y hablen por nosotros. Permitimos que nuestras inseguridades nos atormenten. Y, ya es tiempo de romper con esta barrera que nos atormenta.
Estaba leyendo en la intranet una reflexión que me hizo reflexionar sobre mí como mujer y como persona. Muchas veces, dejamos de brillar, pero la verdad es que Dios nos hizo luz y nuestro deber es brillar donde quiera que vayas. Quizás esa luz molesta a muchos que la ven brillar. ¿Por qué brillamos? Brillamos porque somos poderosos, somos hermosas, somos inteligente y sobre todo porque somos poderosos sin límites. Por lo tanto, deja que tu propia luz sea única y especial. No permita que otros brillen por ti, deja que emane tu propia luz. Isaías 42:6 dice “Yo soy el SEÑOR, en justicia te he llamado; te sostendré por la mano y por ti velaré, y te pondré como pacto para el pueblo, como luz para las naciones. Esa luz eres tú. Por lo que, ¡eres poderoso!
Comparto esta reflexión de Marianne Williamson y espero que reflexión sobre el poder interior y exterior que llevamos cada uno de nosotros. No permita que el miedo opaque la luz que hay en ti.
“Nuestro temor más profundo no es que seamos inadecuados. Nuestro temor más profundo es que somos excesivamente poderosos. Es nuestra luz y no nuestra oscuridad la que nos atemoriza. Nos preguntamos: ‘¿quién soy yo para ser brillante, magnífico, talentoso y fabuloso?’
En realidad, ¿quién eres para no serlo? Eres un hijo de Dios. Si actúas apocadamente no ayudas al mundo. No hay nada de instructivo en encogerse para que otras personas no se sientan inseguras cerca de ti. Nacimos para manifestar la gloria de Dios que está dentro de nosotros.
No se encuentra sólo en algunos de nosotros, está en todos. Y al permitir que brille nuestra propia luz, de forma tácita estamos dando a los otros permisos para hacer lo mismo.
Al liberarnos de nuestro propio miedo, automáticamente nuestra presencia libera a otros”.
Marianne Williamson
De su libro: Return To Love
Muy cierto , muchos nos escondemos por nuestras inseguridades y falta de autoestima. Pero hay que buscar la ayuda adecuada para salir de nuestra propia carcel.
Gracias por sus comentarios. Es importante buscar ayuda para poder continuar hacia adelante.Siempre recordar que nunca estamos solos.