Y el mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. 1 Juan 2:17
A medida que pasa el tiempo nos vamos serenando, todo el caos, desesperación y confusión van disminuyendo, y comienza a reinar la tranquilidad y la armonía en medio de esta pandemia. El mundo gira. Aparenta girar lentamente, pero con ese giro llega la noche como también el amanecer de un nuevo día. El tiempo nos recuerda que ante lo que vemos es perfecto y solo queda de parte nuestra vivir el momento a plenitud y en armonía con lo natural.
El tiempo nos recuerda que toda la situación y el futuro están asegurados por una majestuosidad en que el universo nos brinda. Aun cuando no veamos que no está sucediendo nada a nuestro alrededor u algo nuevo, recuerda que hay seres que viven y otros que nacen para decirle al mundo que estamos vivos. A veces pensamos que nada sucede en nuestro presente, pero en verdad si están sucediendo cosas maravillosas como una naturaleza que resurge más hermosa que nunca. Respiramos un aire más puro, nuestras tierra mas verde, el mar majestuoso con criaturas que salen a la superficie para decir gracias, y un cielo que refleja que existe algo más que nuestra mente humana no puede entender. Por lo que, en las noches podemos contemplar la hermosura de la luna y las estrellas y en las mañanas un sol que resplandece en todo su esplendor.
Mis queridos amigos, durante este periodo de cuarentena y aparentemente inactivo, podemos ver que existe tranquilidad de que en el gran yo soy, se cumple su voluntad y no la nuestra. Por ende, no fuerces nada; solamente entiende que todo está surgiendo y que solo lo perfecto transcenderá. Quédate tranquilo y en paz. El tiempo nos parece extraño e inusual. Permite a tus pensamientos y cada acción tuya sea dirigido por el gran yo soy, su voluntad. Por lo que, en estos tiempos que desconocemos se cumple MI voluntad.
Oración: Abre tu corazón
Señor Jesús, estoy delante de tu presencia pidiéndote perdón si dentro de mi proceso me he desesperado y perdido la fe en ti. Hoy, quiero que sea tu voluntad y no la mía. Se tu guiando mis pasos. Te lo pido en tu nombre, Jesús. Amén.
Consejo
Mis queridos amigos, se que llegan tiempos difíciles a nuestras vidas como lo es la salud, familia, impacto financieros y tantas otras cosas pero quiero decirles que no pierdan la fe. Estén quietos y confiad en nuestro Dios. El nunca deja a sus hijos desamparados. Recuerda que solo no estás.
Este tiempo que estamos en casa, sale un momento al patio de tu casa o al balcón de tu casa, contempla la naturaleza y da gracias a Dios por la vida.
También, recuerda que existen organizaciones que les pueden ayudar.