Tú has establecido todos los términos de la tierra; tú has hecho el verano y el invierno. Salmos 74:17
La tierra, nuestra tierra, la tierra que fue creada para que nosotros la cuidemos, la cosechemos, y nos alimentemos de ella. La tierra que algún día volveremos a ella. La tierra, la cual es un planeta que habita personas y seres vivos. Es la tierra la oposición al cielo, donde se abre y se forma grietas, donde no está cerrada ni vallada, y es su suelo conductor de poca impedancia. La tierra que esta desprovista de arbolado y que se dedica a la siembra. La tierra, un planeta del sistema solar, la cual podemos contemplar la abundancia que nos produce para ser quienes somos hoy en ella.
La magnificencia de la tierra, un lugar creado por Dios que con su brazo extendido y su poder nos creó para disfrutar de una de las bellezas de su creación, la tierra. Dios nos dio el poder para dominar sobre la tierra, nos limitó el cielo, y aun así el hombre ha sido capaz de explorar más allá del horizonte. El deseo del hombre de querer más, le ha incapacitado de valorar la tierra y su majestuosidad. Han explotado los recursos naturales que produce la tierra para enriquecer a unos pocos y el resto de la humanidad llora porque sus tierras están secas, áridas y vacías.
¿Aún habrá algo de humanidad y compasión por nuestra tierra? ¿Aún habrá personas que se levanten para amar y producir cosecha para que la humanidad siga su curso de la historia? O, ¿llegara el momento, que solo quedara grietas en el terreno para recordarnos los malos administradores que fuimos con lo que Dios le dio al hombre? ¿Estamos aún a tiempo de hacer algo por nuestra tierra? O, ¿volveremos a la tierra sin haber hecho algo bueno por ella? Estas son algunas preguntas en las cuales podemos meditar, y que nos hagan accionar en el mundo actual que los seres humanos vivimos o llegara el momento que sin el producto de la tierra dejaremos pronto de existir.
Oración: Abre tu corazón
Señor Jesús hoy te pedimos perdón por haberte fallado como administradores de la tierra. Perdónanos si en nuestra humanidad, hemos explotado los recursos naturales para enriquecer a unos pocos y olvidarnos que todos formamos parte de esta tierra. Perdónanos porque no hemos valorado uno de los recursos más importante, nuestro planeta, la tierra. Te pedimos perdón en tu nombre, Jesús, Amen.
Consejo
Mis queridos amigos, nunca es tarde para hacer algo correcto. La tierra, nuestro planeta y además nuestro recurso que tenemos disponible para hacer el bien. Siembra, cultiva, ama la tierra y lo que producimos de ella. Recicla. A veces pensamos en la tecnología y los avances científicos que perdemos la esencia de tocar la tierra y sentir los beneficios que de ella surgen. Nunca es tarde para empezar hacer algo por nuestra tierra y por el futuro de la humanidad.