Y aconteció al tercer día cuando vino la mañana, que vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y un sonido del shofar (trompeta de cuerno de carnero) muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento. Éxodo 19:16
Muchos hemos vivido un día hermoso, majestuoso, y de momento cuando miramos al cielo, el cual ya no está claro ni brillante, vemos como el cielo se cubre de nubes negras. El cielo se obscurece y sabemos que pronto llega el aguacero. ¿No les parece que en nuestra vida sucede lo mismo? Pero, hoy quiero traerle otra perspectiva de la nube negra.
La nube negra, que muchas veces la conceptuamos como desgracia en nuestras vidas. Y, aun vemos en los muñequitos como la nube negra, llena de relámpagos y aguaceros va caminando con la persona, la cual significa mala suerte. Hoy, quiero cambiar su manera de ver las cosas. En el día de hoy, después de un día brillante y de mucho calor, salió la nube negra que cubrió los cielos. Y, al mirar al cielo recordé cuando el pueblo de Egipto estaba en el desierto sobre ellos había una nube que los protegía del sol. Pues, esto me hace reflexionar, que la nube negra no carga maldición sino bendición a nuestras vidas como lo es a nuestro planeta ya que la nube negra está llena de agua que refresca y llena los manantiales.
Mis queridos amigos, cuando a nuestra vida llega momentos que pensamos que sobre nosotros hay una nube negra; detente y di que esta nube carga una bendición sobre nosotros. Podemos pasar por situaciones donde brilla el sol, el cual se torna muy caluroso el día, y quizás llegan cosas inesperadas a tu vida. Y, es momento de ver la vida de otra perspectiva porque la nube negra es pasajera, refresca y nos hace crecer como persona. Cuando piensas que llego el momento difícil, es tiempo de decir que la nube fue enviada para protegernos del arduo calor y refrescar el alma para cosas mejores en nuestras vidas.
Oración: Abre tu corazón
Señor Jesús, estoy delante de tu presencia pidiéndote perdón. Perdóname, si he pecado cuando llega el día caluroso o lleno de nubes a mi vida. Reconozco que tú, Jesús, envías nubes para protegernos del arduo calor que llega a nuestras vidas. Gracias por estar presente en mi vida y al cuidado de mí. Amen.
Consejo
Mis queridos amigos, tendremos días hermosos y que todo es felicidad y amor, pero otros días serán de tristeza y dolor. Pero, no importando por lo que estás pasando recuerda que todo es pasajero. Toda situación trae una enseñanza y aprendemos a valorar más la vida, los seres que amamos y todo lo que poseemos.
Dad gracias a Dios por un día más de vida. Y, en los momentos de tristeza y dolor, recuerda que no estás solo. Busca ayuda de un consejero, pastor, psicólogo, o de una persona que levantas tus manos. Pero, sobre todo ora, habla con Dios que siempre guarda tus secretos y no te juzga.