La madrugada

Levantándose muy de mañana, siendo aún muy escuro, salió y se fue a un lugar desierto para orar. Marcos 1:35.

Estaba leyendo un libro por el pastor Rafael Gutiérrez llamado La Gran Comisión, ¿Qué paso con la gran comisión? (2013). Dentro de su contenido me llamo la atenciónsobre el tema de la oración y hoy quiero compartir con ustedes esta parte del libro en la página 235:

“La madrugada o mañana significa el primer tiempo después de levantarnos. En otras palabras, si usted se levanta de noche, y duerme de día, la “madrugada” para usted es el tiempo cunado usted se levanta. ¿Por qué la mañana o la madrugada es el mejor tiempo? Porque estamos reconociendo que Dios merece el primer lugar en nuestro día. También por que así le encomendamos a Dios todo el día que está por delante. ¿No le ha pasado que si deja la oración para otro tiempo, es posible que ese tiempo nunca llegue, y que otras cosas que están siempre llamando nuestra atención? En nuestra lista de prioridades, la oración debe estar primero, pues es el tiempo para hablar con Dios y ponernos en sus manos. ¿A qué horas tendría que acostarse para poder levantarse de “madrugada”, y así formar el hábito de orar?”(Gutiérrez, 2013, p.235).

Referencia

Gutiérrez, R., (2013). La Gran Comisión ¿Que paso con la Gran Comisión? Impreso en Columbia, pp. 235.

Oración: Abre tu corazón

Señor Jesús, estoy del delante de tu presencia pidiéndote perdón si te he fallado. Hoy, estoy reconociendo que tú eres mi Dios y que sin ti no puedo pasar el día de hoy. Te doy gracias porque cada mañana te me das la oportunidad de vivir y reconocer que sin ti nada soy y nada puede hacer sino es dentro de tu voluntad. Amen.

Consejo

Mis queridos amigos, al levantarse no nos cuesta nada decir “Gracias Dios por esta oportunidad de vida y que seas tú dirigiendo mis pasos en el día de hoy, al igual en toda mi familia.” Esto lo acompañas con la oración del Padre Nuestr(Mateo 6:9-13).

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.