La autoestima

2 Timoteo 1:7 (Biblia Reina Valera, 1960)

“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”.

Muchas veces hablamos de la autoestima, pero ¿qué es la autoestima? Según el significado dado es la siguiente;

“La autoestima es la valoración positiva o negativa que una persona hace de sí misma en función de los pensamientos, sentimientos y experiencias acerca de sí propia. Es un término de Psicología aunque se utiliza en el habla cotidiana para referirse, de un modo general, al valor que una persona se da a sí misma. La autoestima está relacionada con la autoimagen, que es el concepto que se tiene de uno propio, y con la auto aceptación, que se trata del reconocimiento propio de las cualidades y los defectos. La forma en que una persona se valora está influida en muchas ocasiones por agentes externos y puede cambiar a lo largo del tiempo. Se puede ganar autoestima como perder autoestima por situaciones amorosas, familiares, de trabajo; por agentes externos o por nuestra propia autocrítica positiva o negativa.” Retrieved from https://www.significados.com/autoestima/ 23Aug2018

Muchas veces cuando pasamos por situaciones de infidelidad, maltrato emocional, maltrato desde la niñez, bulín y otras vivencias que nos han marcado en nuestras vidas creamos  barreras tales como barrera de timidez, rebeldía, alejamiento de amigos y familiares, silencio, creamos un circulo imaginario para que ninguna persona pueda entrar y otras tantas cosas que llevamos en silencio.

En mi familia hay 6 mujeres y 2 varones, la mayor soy yo. Recuerdo cuando niña que mis familiares siempre les daban halagos a mis hermanas que eran bonitas y yo nunca recibía esos halagos. Lo único que hablan era de mi cabello que era largo y creo que por eso conservo mi cabellera larga. Yo tenía mucho acné (del malo) y flaca (delgada). Desde niña mis hermanas tenían sus admiradores y yo ninguno. Pues comencé a decirme a mí misma que yo era el patito feo de la familia y no fue hasta los 31 años que me case (matrimonio).

No fue hasta la etapa de adulta que yo entendía que mi autoestima era baja aunque para muchas personas yo era fuerte de carácter, alegre, y otras buenas cualidades, pero en mi interior siempre me había considerado la patita fea. No fue hasta que un día pase por el proceso de divorcio, que comencé a mirarme en el espejo y decirme a mí misma verdaderamente soy fea y lloraba amargamente al mirarme al espejo, pues me veía y me sentía fea. Comencé alejarme y crear mi barrera de soledad, creo que caí en una depresión. Pero un día, me dije a mi misma sabes que Iris Pérez, levántate, ya basta. Que importa lo que digan los demás, lucha, pelea por lo que es tuyo, eres inteligente, tienes salud y vida. A la verdad, creo que fue Dios que me dio esa fortaleza porque a la verdad yo me sentía muerta.

Sentirse muerta cuando estas vivas es un síntoma que el diablo usa para manipularnos. Y me decía a mí misma ¿acaso no eres hija de Dios? Si eres hija de Dios, eres bella, hermosa, camina y vete al salón de belleza, píntate el pelo, coge (toma) clases de maquillaje, cambia tu guarda ropa ya vieja. Si, ¡guarda ropa vieja! que cuando abrí las gavetas eran más las vacías ya que mi marido se llevó sus pertenencias. Y ahí cuando abrí mis gavetas, reconocí que le di mi vida y compraba más regalos costosos para él que para mí. ¡Desperté! ¿Qué paso con la Iris profesional, alegre, la “wapa” (elegante), y que la gente admira por cómo eres? Me dije a mi misma. ¡Wau! Reconocí en ese instante que tenía una autoestima baja y que había caído en una depresión.

¿Cómo despertar? Solo uno mismo puede despertar y tomar el coraje para moverte a otro nivel. Podemos tener gente a nuestro alrededor diciéndonos cosas positivas y recodarnos quienes somos, pero la verdad es que nosotros los que hemos experimentado la autoestima baja y la depresión aparentamos escucharles, pero la verdad no escuchamos nada. Recuerdo la historia de David (Biblia) que sus hermanos lo menospreciaron y aun su padre cuando no recordó que tenía un hijo en el campo. ¿David, el próximo rey? ¿El sucio, el que huele a ovejas? Pues, ¡si! El que nadie miraba, ni se acordaban que existía era el próximo rey de Israel.

Sabes querido lector, cuando nadie te ve, cuando nadie sabes quién eres, cuando todo el mundo te mira bajo sus hombros, hay alguien que te ve y te ama. Ese alguien sabes que tú y yo tenemos el poder, la autoridad para remover montañas y el diablo lo sabe, tu enemigo lo sabe. ¿Qué vamos hacer? ¿Seguir mirándonos en el espejo y llorar? o ¿Decir ya basta y llenar nuestras gavetas espirituales de ánimo, poder, valentía, de amor y dominio propio? ¿No es acaso que Dios nos ha creado para ser imagen y semejantes a Él?  Si somos semejantes a Dios, entonces somos bellos y poderosos, ¿no lo crees? Pues, levántate y camina que un día bello nos espera en la vida.

Oración: Abre tu corazón

Señor estoy desnudo ante tu presencia y solo tú me conoces. Perdona mis pecados.  Desde el vientre de mi madre me creaste y en el mundo en que me trajiste nos da forma, pero reconozco que solo en ti nos puedes dar la forma como el barro en manos del alfarero. Cambia mi vida y hazme de nuevo. Aunque reconozco que al romper la vajilla vieja va a dolor, pero dame la fuerza y la fe para seguir creyendo en ti y poder asimilarme a ti. Amen.

Consejo

Amarte a ti misma(o), levántate hoy, ve al salón de belleza (esto no es solo para mujeres, incluye al hombre), habla con un amigo(a), ve a un buen lugar a caminar y conocer nueva oportunidades que Dios nos da.