Justicia

Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros. Hebreos 1:9

La justicia es un elemento crítico e importante en la sociedad que vivimos. Todos rechazamos la maldad y el odio que existe en este planeta tierra. Llegan tiempos donde se expresa una diversidad de ideologías. Ideologías que causan muchas veces divisiones. Tiempos difíciles se avecinan donde no deberíamos regirnos por mentes políticas sino por mentes de justicia, paz y amor.

Existe un sin fin de maldad que ha impactado a una sociedad. ¿Qué es bueno? ¿Qué es malo? Hoy día, lo bueno se ha convertido en malo y lo malo en bueno. Pero, ¿qué definimos en tiempos difíciles como bueno y como malo? Esto es algo para reflexionar.  Como personas llena de valores deseamos algo que llene la humanidad de justicia, amor y verdad. Nos desesperamos en medio de los procesos, pero Dios nos recuerda que él es justo, verdadero y lleno de amor para la humanidad.

Si la humanidad se acerca a votar por la justicia, verdad, paz y amor deberíamos votar por aquel hombre que un día estuvo en la tierra y dio la vida por amor, Jesús. El hombre no es perfecto, el hombre tiende a errar o fallar en los tiempos. El hombre tiende a decir mentiras, a engañar y a decir medias verdades para acaparar la atención de un público que está desesperado por justicia, paz y estabilidad en todas sus facetas como individuo. Mis queridos amigos el hombre seguirá siendo imperfecto con altas y bajas. Dicen que el mundo lo mueve el dinero y la política, pero la verdad es que eso es una mentira, el mundo lo mueve Dios.

Oración: Abre tu corazón

Señor Jesús, perdóname si te he ofendido. Perdóname si no he sido buen administrador de lo que me has dado. Perdóname porque perfecto no soy, pero sé que cada día quiero imitare a ti Jesús, en amor, justicia y paz. Amen.

Consejo

Ms queridos amigos, ¿qué podemos hacer hoy diferente? ¿Cómo podemos ser agentes de cambio en una humanidad que necesita ayuda? Hoy, haz algo por alguien. Extiende la mano amiga. Permite ser sensible a tu yo interior y a la voz de Dios.