Futuro desconocido

“Porque yo sé los planes que tengo para vosotros» —declara el Señor— «planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza” Jeremías 29:11

Este año que ha iniciado, es uno que declaramos un tiempo lleno de bendiciones. Quizás para muchos desean que este año no haya iniciado pues, hay rumores de guerra, la tierra gime, drásticos cambios climáticos, hambre en muchos países, conflictos políticos y tantas cosas que nuestra mente humana no puede entender. Pero, con respecto a la vida no es saltar alto sino que camines derecho cuando toquemos el suelo.

El ser humano se ha olvidado de la esencia de la fe. Podemos decir palabras bonitas, pero si no hay acción esas palabras se desvanecen con el tiempo. Cuando comenzamos a creer en lo que Dios ha hecho por ti y por mí, la vida es una llena de abundancia y plenitud. Por lo que, no debemos tener miedo de confiar nuestro futuro desconocido aun Dios que todo lo conoce. Pues, eso es fe. Dios nos recuerda  “Porque yo sé los planes que tengo para vosotros» —declara el Señor— «planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza” Jeremías 29:11. ¿Que nos toca a nosotros hacer?

Estaba recientemente leyendo unas palabras que están grabadas en una catedral Alemania que decía lo siguiente:

“Tú me llamas Maestro, y no me obedeces:

Me llamas Luz, y no me ves;

Me llamas camino, y no andas por mí:

Me llamas vida, y no me vives;

Me llamas sabio, y no me sigues;

Me llamas hermoso, y no me amas;

Me llamas rico, y no me pides nada;

Me llamas eterno, y no me buscas;

Si yo te condeno, no me culpes.”

Con relación a la vida que caminamos hoy en día, olvidamos lo esencial y lo sencillo de las cosas. Por lo que, todo depende de nosotros.

Oración: Abre tu corazón

Señor Jesús, estoy delante de tu presencia pidiéndote perdón por todo. Sé que aun el año inicia y mi mente me traiciona con temores y dudas. Hoy, quiero entregar mi mente y todo mi ser en tu voluntad. Confió mi futuro desconocido en ti, Jesús, Amen,

Consejo

Es tiempo de descubrir la voluntad de Dios en nuestras vidas. Examina tu conciencia y corazón. Descubre la voluntad de Dios y propósitos en tu vida. Tenemos tiempo para leer tantos libros, pero se nos olvida tomar en nuestras manos el libro por excelencia, leerlo y escudriñarlo y este libro es la palabra de Dios (biblia). Ora y ayuna pero sobre todo obedece lo que le Espíritu de Dios te inquieta hacer en estos tiempos, tiempo de vida y abundancia.