Del sur viene el torbellino, y de los vientos del norte el frio. Job 37:9.
Ha llegado una estación del año, el frio. Muchos comenzamos a sacar del armario o closet las ropas que nos abrigaran. Otros comienzan a prepararse para las fiestas. Tantas cosas suceden cuando hay frio. Con el frio se enciende las llamas, se encienden las leñas y hay calor en cada hogar. Calor que nos abriga, que nos sentimos con ganas de colocar alrededor nuestro las sabanas y una buena taza de café o chocolate caliente. Tiempo que nos sentimos abrigados por los brazos de los amados o hijos. Se siente el calor no solo de las llamas sino del ser amado.
Pero por otro lado, el frio…frio que muchas veces nuestro corazón puede sentir. Frio…unas manos sin falta de caricias y unos brazos que faltan para abrigar nuestro cuerpo. Pero, se siente más frio cuando hay una casa vacía, cuando no hay nadie a tu alrededor que te brinde un beso o una sonrisa. Frio…seguirá el entrañable pensamiento de un pasado que nos congela en nuestro tiempo. Frio…que congela las más profundas aguas así como lo es la soledad. Frio…sentir que hay alguien a nuestro lado como tempano de hielo y desear que llegue la primavera para salir de esa cueva oscura y tan fría. Frio… ¿hasta cuándo atormentara la vida de muchos? O, ¿hasta cuando le has tú de permitir que el frio se apodere de tu vida?
Tiempo de enfrentar al frio, tiempo de tomar el abrigo más caliente, encender la leña y que calor inunde toda tu casa, alma, mente y cuerpo. Permitir entrar el calor y dejar que manifieste su esplendor de un fuego que aunque no tiene un único color podemos ver el azul, naranja, amarillo y hasta el verde, colores que en existen en el arcoíris, en la naturaleza, el cielo, en el mar…colores que dan lugar a que suceda algo maravilloso. Ya el frio deja de ser frio, pues le hemos dado oportunidad a que entre el calor y darle un nuevo color a ese ambiente frio a uno lleno de cosas maravillosas que nos hará sentir que somos especiales y con muchas deseos de vivir ante cada adversidad de la vida.
Oración: Abre tu corazón
Señor Jesús, hoy abro mi corazón ante tu presencia. Te pido que seas tú mi amado, mi amigo y que tú seas la llama de fuego que encienda mi vida. Que tu ternura y tu amor se manifieste y elimine cualquier frio que haya congelado mí tiempo en este mundo. Te lo pido en tu nombre Jesús. Amen.
Consejo
Mis queridos amigos, que les puedo decir…hay tiempos en nuestras vidas que llega el frio. Frio…que son situaciones como el divorcio, la inmigración, el abandono de los hijos ya que sus vidas continúan, problemas financieros, enfermedades, muerte de un ser amado y tantas otras cosas que llegan a nuestra vida y nos invade el frio. Pero, es tiempo de calentar el agua, tiempo de encender la llama de tu vida y despertar de ese sueño. Por un lapso de tiempo se apodero de tu vida, pero ya es tiempo de despertar, ya es tiempo de continuar con tu vida, ya es tiempo de hacer algo diferente en tu vida como dicen a sacudir tu espíritu, ¡ya es tiempo!
Te recomiendo que busques ayuda de alguien que te pueda ayudar con tu situación, recuerda que solo no estas. Y, cuando todo lo has intentado y no ha funcionado, dale una oportunidad a Dios