Les digo lo siguiente: el día del juicio, tendrán que dar cuenta de toda palabra inútil que hayan dicho. Mateo 12:36.

Estaba leyendo unos textos bíblicos y me llamo la atención lo siguiente:

33 »A un árbol se le identifica por su fruto. Si el árbol es bueno, su fruto será bueno. Si el árbol es malo, su fruto será malo. 34 ¡Camada de víboras! ¿Cómo podrían hombres malvados como ustedes hablar de lo que es bueno y correcto? Pues lo que está en el corazón determina lo que uno dice. 35 Una persona buena produce cosas buenas del tesoro de su buen corazón, y una persona mala produce cosas malas del tesoro de su mal corazón. 36 Les digo lo siguiente: el día del juicio, tendrán que dar cuenta de toda palabra inútil que hayan dicho. 37 Las palabras que digas te absolverán o te condenarán». Mateo 12:33-37.

Cuan cierto son estos textos, que aun Dios nos adviertes de dos tipos de personas, la buena y la mala. La persona buena produce cosas buenas ya que tiene un buen corazón. Pero, la persona mala es aquella que produce cosas malas pues hay maldad en su corazón. Sé que muchos nos hemos encontrados con estas dos personas en algún momento de nuestras vidas. Unas personas que llegan para ayudar y bendecir; y, la otra persona que esta como la serpiente, esperando para criticar, para hacer daño o hasta se opone a todo lo que realizas. Me imagino, que quizás te has identificado con esto en tu diario vivir, pues yo si lo he vivido. ¿Cómo puedo identificar estas personas?

Pues, claramente la biblia nos dice cómo identificar estas personas. Primeramente, lo que está en el corazón determina lo que uno dice. Tu hablar refleja la condición que está tu corazón. Tu corazón refleja tus pensamientos más íntimos, tus deseos y tus emociones. Si tu corazón está lleno de amargura, tu modo de hablar expresara lo que hay en él. Si tu corazón está lleno del amor de Dios, tus palabras reflejaran ese amor. Por lo que, una persona con amor y paz en su corazón siempre les dará una palabra de aliento y motivación para continuar, no te critica, te da la mano y está siempre a la mejor disposición de ayudarte y que sobresalgas en todo. No hay envidia, no se goza de la injusticia y no es jactancioso. Por ende, si tomamos seriamente lo que dice esos textos bíblicos acerca de ser responsable de nuestras palabras inútiles, no solo debemos pesar nuestras palabras sino también examinar a fondo nuestro corazón. Pues, nuestro corazón es la fuente principal de nuestro hablar.

Oración: Abre tu corazón

Señor Jesús, estoy delante de tu presencia pidiéndote perdón si te he fallado. Perdóname si mis palabras han sido inútiles y no he sido bendición para otras personas. Ayúdame a ser fuente de bendición. Amen.

Consejo

Mis queridos amigos, hay algunas recomendaciones para aplicar antes de hablar lo cual son las siguientes:

1. ¿Es verdad?
2. ¿Puedes ayudar?
3. ¿Inspira?
4. ¿Es necesario?
5. ¿Es amable?

Si el contenido de lo que vas a decir no pasa estas preguntas, realmente no requiere que lo digas. De otra manera tendrás que ser responsable y responder por tus palabras.