Enfermedad

Él perdona todos mis pecados y sana todas mis enfermedades. Salmos 103:3 (NTV).

Todos en un momento dado de nuestras vidas nos hemos enfermados. Recurrimos a medicamentos, vamos al médico, y hasta recibimos resultados que nos agobian y nos preocupan. Muchas veces el dolor físico es tan doloroso que
queremos ocultarlo a nuestros seres queridos para que no sufran o se preocupen por nosotros. Pero, también, hay enfermedades del alma. Enfermedades del alma que nos lleva a la depresión, a pensamientos negativos como lo es el suicido, y tantas otras cosas que lo ocultamos a los seres que nos aman. ¿Qué podemos hacer con estos dos tipos de enfermedades? Enfermedad que muchas veces los médicos no tienen respuesta ni sanación.

Mis queridos amigos (as), es un hecho que lo que siente y lo que te está ocurriendo es algo que es real. Pero, está en ti de limitarte o tomar acción y control de tu salud física y espiritual. No podemos dejar de luchar contra la adversidad que nos causan las enfermedades físicas y espirituales. Podemos tener frustración, el miedo nos invade, nos da coraje de vernos imposibilitados pero, es tiempo de hacer frente a esa enfermedad y mirarla a la cara. Tiempo de recuperarnos y tomar decisiones nuevas en nuestras vidas.

Cuando tomas una posición positiva ante la adversidad tanto en la enfermedad física o espiritual, es entonces, que podemos escapar al ataque físico o espiritual. La salud mental es importante, es una herramienta que Dios nos dio, es un arma poderosa cuando comenzamos a tomar control con pensamiento positivo. Podemos vencer el cáncer, sobrevivir a cualquier condición física y espiritual cuando nos empoderamos a combatir. En ese tiempo de vulnerabilidad, recordaremos que dependemos totalmente de Dios y que nos encomendados en sus brazos de amor. Recordando siempre estar confiado y seguro en su palabra que…Te devolveré la salud, curare tus heridas…Yo, el Señor, lo afirmo (Jeremías 30:17).

Oración: Abre tu corazón

Señor Jesús, perdona mis pecados. Estoy desesperado y agobiado. Pienso que mi vida se ha convertido en una pesadilla. Te pido que me des alivio y dame la confianza de confiar en ti. Calma mis pensamientos, dale paz a mi corazón y fortalece mi espíritu para continuar mi camino y depender absolutamente de ti. Querido Jesús, se tu mi médico por excelencia. Te lo pido en tu nombre, Jesús, Amen.

Consejo

Mis queridos amigos (as), el Señor Jesús es bueno. El protege a los que en el confían y es refugio en medio del dolor. Quizás estés hospitalizado, quizás este nervioso, quizás estés pensando en cosas negativas, estés deprimido, angustiado y piensas que no hay salida. Hoy, te quiero decir mis amigos(as), que hay solución en Jesús. Y sobre todo, que Dios te ha dado el poder para que clames por sanidad, la fe se activa, los pensamientos positivos vuelven a emerger, y que a tu lado hay personas que te levantan las manos. Solo nunca estarás.

El enemigo, el diablo, piensas que tu estas derrotado y que no tienes esperanzas. Pues, hoy tú le das cara a la enfermedad física o espiritual y te levantas en victoria porque todo está en el control de Dios. No importa cuál sea el resultado final, tú estas seguro que Dios es tu capitán y te llevar a puerto seguro.

Te recomiendo que busques ayuda de un profesional de la salud mental, un médico para tu salud física y un pastor para tu salud espiritual. Ora, habla con Dios, pide en su nombre pues es el mismo Dios que sigue haciendo milagros en este siglo 21.