Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. Romanos 14:8.
Hace unos días estaba viendo la televisión, y hubo un anuncio que me impactó y me llevo a analizar el mensaje desde una perspectiva en nuestra vida cotidiana. El anuncio trataba de que el ser humano nace y es colocado en una caja y cuando morimos también nuestro cuerpo es colocado en una caja. Pero, ¿qué hay en medio de esas dos cajas? ¡Wau! Realmente me impactó el mensaje, aunque era uno comercial.
Hoy quiero compartir con ustedes mis queridos amigos(as) este mensaje, que a la verdad es que sí, todos nosotros fuimos colocados en cajas ya sea una cuna u otro tipo de protección o descanso. Y, a la verdad que cuando la muerte nos llegue nuestro cuerpo también será colocado en una caja, pero lo impactante es ¿qué vamos a ser nosotros en medio de ese lapso de tiempo? Muchos viven la vida, pero realmente, ¿la están aprovechando al máximo? o ¿Están perdiendo su tiempo de vida en cosas vanas, huecas o vacías que no llenan nuestro ser y no tienen ningún propósito? Son preguntas para reflexionar.
Necesitamos el tiempo para reflexionar y preguntarnos que estamos haciendo en este mundo en que vivimos, y por favor no piensen solo en trabajo, la vida es más que un trabajo secular. La vida es un todo donde se mueve en el círculo lo espiritual, social, emocional. Y además, es tiempo de valorar todo lo que Dios nos colocó en este mundo actual lleno de árboles, agua, animales, flores, pájaros, y tantas otras cosas que nos recuerdan que estamos vivos y que nacimos con propósitos.
Nuestra vida navega como si fuera un barco a la derriba y sin horizonte. Y sabes que mis queridos amigo, nosotros no fuimos procreados para ser como el barco sin puerto o a la derriba por las circunstancias. Nosotros nacimos para amar, para reír, gozar, disfrutar, estar estables, acompañados, y vivir a plenitud de lo que Dios nos dio en este planeta. Pero, la verdad es que nuestra irresponsabilidad nos llevó a ser quienes somos hoy día porque nunca abrimos nuestro oídos, corazón y mente a la sensibilidad del mundo espiritual para poder escuchar lo que realmente Dios quiere que hagas tú en medio de tus dos cajas.
Oración: Abre tu corazón
Señor Jesús, estoy ante tu presencia pidiéndote perdón. Hoy suelto todos mis temores en ti, Jesús. Dame la sabiduría para poder caminar entre medio de mis dos cajas, y que en ese tiempo yo pueda ser útil a la sociedad en que vivo y que mi caminar sea uno seguro. Permíteme aprender a ser sensible a tu voz, y que sea una persona con propósitos aquí en la tierra. Amén.
Consejo
Amigo(a) hoy es el día para reflexionar sobre tu vida. Tu vida está llena de propósitos, y muchas veces te pregunta cuál es mi propósito aquí en la tierra. Pero, realmente estas siendo sensibles a tu yo interior, a la voz que te habla a tu mente o hasta un ser que tú no conoces que te habla y sientes escalofríos cuando te habla, pero aun así, no escuchas. ¿Cuantas veces te ha sucedido eso?
La zona cómoda es lo más fácil, pero cuando nos lanzamos a lo desconocido es ahí donde se abre la puerta del cielo para bendecirte de forma extraordinaria. En Proverbios 19:21 9 (biblia) dice “Muchos pensamientos en el corazón del hombre, pero es el propósito del Señor que prevalece.”
Amigo(a), no es que corras a dejarlo todo, hay que ser sabios. Pero, si necesitas accionar tus sueños, tus nuevos planes y proyectos. Brinda tu ayuda a tu comunidad, ayuda en tu iglesia o alguna otra institución, y se canal de bendición para tantas personas que lo necesitan. Cuando caminamos con propósitos, las personas a tu alrededor siempre te recordaran, por lo que siempre vivirás en sus corazón y pensamientos por lo que tu vida será un legado con propósito aqui en la tierra.
¿Que necesito hacer para estar seguro de mi propósito aquí en la tierra? Orar, leer la biblia, buscar ayuda que te puedan ayudar con tus objetivos. Recuerda lo que tu hagas en medio de tus dos cajas depende de ti, ya que el Señor Jesús ha estado siempre listo para entregarte tu bendición.