En la cueva (Parte II)

Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?” 1 Reyes 19:13.

Continuando con la historia de Elías y Jezabel (leer parte I del tema En la cueva), vemos a Elías con miedo a tal grado que se escondió en una cueva. Hasta que Jehová le pregunta “¿Qué haces aquí, Elías?”

Dios le dice que saliera fuera y se colocara en el monte delante de Jehová. “Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto.  Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado.  Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?” (1 Reyes 19:11-13).

Solo en el silbo apacible Elías sale de la cueva, y le da otra vez una explicación a Jehová “He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida” (1 Reyes 19:14). Por lo que, Jehová le dice que continuara su caminar y le dio instrucciones a tal grado que le dice que ungiera a otro profeta que ocupara su lugar. Dios le da instrucciones de continuar con la misión y cuando Dios entiende que tu misión en esta tierra ha de completarse, entonces es tiempo de partir con Dios.

Amigo(a), muchas veces pasamos por tantas adversidades que pensamos que vamos a morir. Tal es nuestro dolor que muchas veces tenemos miedo de enfrentar las circunstancias que nos rodean. Miedo a lo desconocido, a la incertidumbre y a tantas otras cosas que solo tú conoces. Pero, sabes lo hermoso de la historia de Elías, que solo en el silbo apacible, él salió. O sea, en la quietud, en el silencio, en el viento apacible.

Muchas veces en la tormenta no podemos escuchar la voz divina. Solo en el silencio o cuando todo parezca en la calma pensando que ya es el final, pero…NO es el final. Cuando todo parezca derrumbado, cuando todo haya perdido la razón de ser, es cuando Dios se manifiesta como viento que acaricia tu rostro y Él te dice “Sal de ahí” “¿Qué haces ahí?” O sea, tu tiempo aún no ha llegado; aun te queda mucho por hacer aquí en la tierra.

¿Qué fue lo que causo que Elías saliera de la cueva o escondite? No fue el poderoso viento, no fue el terremoto, no fue el fuego, fue un silbo apacible y delicado. O sea, nadie sale cuando hay circunstancias difíciles, solo cuando llega la calma. Cuando llega el silencio es el momento de tener un encuentro con tu voz interior, es un momento de búsqueda, introspección, tiempo de organizar y reestructurar mejorar las relacionarnos con nuestros familiares, amigos, y otros. En el silencio es un momento de aprendizaje, aprendemos a escuchar y mirar, hay calma, hay reflexión, hay creatividad y fluyen nuevas ideas cuando aprendemos a callar y aprendemos el valor del silencio. Pero, sobre todo en medio del silencio aprendemos a perdonarnos. Cuando existe el silencio es cuando comienza o inicia algo extraordinario en nuestras vidas.

Amigo(a), recuerda que no estás solo cuando te encuentres en medio de tu desierto, es el momento de tener un encuentro contigo y con Dios. Aprovecha tu silencio porque cosas hermosas llegaran pronto a tu vida. Sonríe, ¡Cristo te ama!

Oración Abre tu corazón

Señor Jesús, perdóname porque muchas veces me he envuelto tanto en mi desierto que no he sabido aprovechar el silencio cuando ha llegado a mi vida. Hoy, quiero escuchar tu voz en medio de mi silencio, cuando todo parece que no hay esperanza y el temor invade mis pensamientos quiero salir de mi cueva. Quiero salir de mi cueva cuando tú llegas a mi encuentro para poder sentir tus caricias cuando sopla el viento y escuchar tu voz en el silbo apacible. Ayúdame a tener un encuentro con mi yo interior, poder sanar mis heridas y aprender a perdonarme, todo esto lo puedo hacer porque tu mirada de amor me encontró tal como soy. Amén.

Consejo

Amigo(a), todos hemos vividos por situaciones que nos hemos escondido, nos hemos frustrado y decepcionados por tantos factores que han pasado en nuestras vidas. Pero, ¿no creen que es tiempo ya de salir de la cueva, de dejar que otros nos alimenten y hagan cosas por ti?

Es tiempo de salir de la cueva, es tiempo de aprovechar ese instante para reflexionar y aprender cosas que antes no habías visualizado en ti. Eres una persona extraordinaria con virtudes y defectos, que nos hacen únicos ante este universo que vivimos. Es momento de escuchar la voz en medio de tu silencio, una voz que habla a tu mente y corazón. En la tormenta y durante la tormenta todos nos hemos escondido, pero luego de la tormenta viene la calma. Todo deja de ser para volver a nacer algo espectacular que nos sorprenderá.

Te recomiendo lo siguiente:

  1. Cuando estés dentro de tu cueva, recuerda que no estás solo. Es tiempo de tener un momento a solas contigo y con Dios.
  2. Habla con Dios, ¿cómo? Orando, pues es hablar con Dios. Dios siempre está atento a tus plegarias y oraciones.
  3. No es recomendable estar tanto tiempo escondido, busca ayuda profesional como por ejemplo terapias psicológicas y otros recursos que existen.
  4. Pídele a Dios que cambie tus temores por valentía y poder continuar en fe, creyendo siempre que Dios está en control.
  5. Recuerda, no permitas que el enemigo se ría de tus circunstancias ni de ti, demuéstrales que tú eres una persona de poder y eres extraordinario porque Dios está al frente como tu escudo protector. Por lo tanto, no has de temer porque nuestros Dios pelea la batalla por ti y solo en Jesús veras las victorias.
  6. Recuerda, que en el silencio es un momento de aprendizaje, aprendemos a escuchar y mirar, hay calma, hay reflexión, hay creatividad y fluyen nuevas ideas cuando aprendemos a callar y aprendemos el valor del silencio. Pero, sobre todo en medio del silencio aprendemos a perdonarnos. Cuando existe el silencio es cuando comienza o inicia algo extraordinario en nuestras vidas.
  7. Dale gracias a Dios por que aun en el silencio siempre tiene cuidado de ti y tus seres amados.