“Porque cuando Jezabel destruía a los profetas de Jehová, Abdías tomó a cien profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta en cuevas, y los sustentó con pan y agua.” 1 Reyes 18:4
En 1 Reyes 18-19 leemos la historia de Elías y los profetas de Baal. Elías era un profeta de alto calibre como dicen por ahí. Un profeta que cumplía con el mandato de Dios y él era tan agradable a la presencia de Dios que un día fue llevado directamente por Dios.
Un día Elías retó a los profetas de Baal para demostrar al pueblo quien era el verdadero Dios. El reto era que el Dios que bajara fuego y consumiera con fuego al becerro, este sería el Dios verdadero. Y sucedió, que el Dios de Elías, Jehová, descendió fuego del cielo y quemó el becerro. Por consiguiente, los altares de Baal fueron destruidos y los profetas de Baal fueron todos muertos.
Al enterarse la reina Jezabel de lo que sucedió, ella se enoja y manda a decir a Elías que según murieron sus profetas así hará con su vida. Por lo que Elías tiene miedo y huye a Horeb donde se esconde en una cueva. Y, Dios le pregunta que hacia escondido y Elías le contesta que Jezabel andaba buscándolo para matarle ya que ella ha matado a todos los profetas de Jehová y solo él quedaba. (Este tema continuará en el próximo blog)
Amigo (a), en nuestras vidas hay muchas personas como Jezabel buscando como destruirte y tal es su enojo que a veces tenemos miedo y no enfrentamos al enemigo. Y, lo que hacemos es escondernos ante tal situación. Sabes amigo(a), hoy es tiempo de salir de tu cueva, de tu escondite, por qué nuestro Dios te dará las fuerzas y la sabiduría para enfrentar al enemigo. Dios te dará las herramientas necesarias que te mantendrán con tu cabeza en alto o erguida. “¿Quién contra nosotros? ¿Quién es el que acusa a los escogidos de Dios?” Pues, sal de tu cueva o escondite porque hoy y siempre “Dios es el que te hace justicia e intercede por ti” (Romanos 8: 31-34).
“No temas, porque yo estoy contigo: no desmayes, porque yo soy tu Dios; te daré fuerzas, siempre te ayudare, y te sostendré con la diestra de mi justiciar” (Isaías 41:10). Pues, conociendo este gran protector, Jesús, ¿porqué haz de temer? Levántate hoy y enfrenta tu adversidad, tu enemigo, tu enfermedad, tus finanzas, tu desempleo, y otras cosas que solo tú y nuestro Dios conoce. Sal hoy de tu cueva o escondite por que Jezabel no podrá ni tiene poder para ser daño a los hijos de Jesús.
¿Quieres saber más sobre que le sucedió a Elias mientras se escondia? y ¿Qué nos puede suceder a nosotros durante nuestros escondite? Pues, el próximo blog estaré continuando con la parte II de este tema, En la cueva.
Oración: Abre tu corazón
Señor Jesús, hoy estoy delante de tu presencia pidiéndote perdón. Reconozco muchas veces que te he fallado; sin embargo, tú has estado siempre presente en mi vida. Quiero decirte mi Dios que muchas veces las situaciones de vida me hacen dar pasos hacia atrás y hasta me escondo por miedo al que dirán o porque no sé cómo enfrentar a mi enemigo. Hoy, ayúdame a salir de mi escondite que tanto me atormenta y reconocer que solo en ti puedo confiar plenamente porque tu Jesús me harás justicia. Amén.
Consejo
Amigo(a), sé que no es fácil, pues muchas veces me he encontrado igual que tú, en una cueva o escondite. A veces pienso, que dirán de mí, ya no tengo fuerzas para continuar con mi lucha, he sentido que remo contra la corriente y hasta siento que mi barca se hunde. Pero, luego recapacito, y recuerdo quien soy yo, una hija de Dios. Y, si soy hija de Dios, ¿porque he de continuar escondida? Y es ahí, que me levanto, sacudo mi espíritu, y continúo mi marcha confiando que Dios tiene el control de mi vida. Por lo que el continuar mi camino y enfrentar al enemigo he visto grandes victorias en Cristo Jesús.
Hoy, amigo(a) sal de tu cama, sacude tu espíritu, levántate en victoria por que Dios tomara tus enemigos y te hará justicia. Tú enemigo puede ser una situación financiera, problemas en el trabajo, problemas familiares, enfermedad, envidia laboral, divorcio, maltrato emocional y físico, estado migratorio, y otros tanto que solo tú y Dios conoce.
Te recomiendo:
- Ponerte la armadura de Dios (leer blog La armadura)
- Orar siempre, esto es hablar con Dios.
- Leer la Biblia, en ella encontraras las respuestas.
- Consejería espiritual como por ejemplo pastor o ministro de tu Iglesia.
- Consejería matrimonial y familiar, psicológica, Financiera y otras tantas ayudas que existen que pueden ser gratis.
- Buscar siempre personas que te puedan ayudar y hasta te pueden dar más información que te ayuden a resolver tu situación. Las redes sociales son útiles.
- Pero, sobre todo confía plenamente en Dios, activa tu fe.
Recuerda que Jehová de los ejércitos estará siempre contigo hasta el final de tus días.