En la barca

Y de pronto se desató una gran tormenta en el mar, de modo que las olas cubrían la barca; pero Jesús estaba dormido. Mateo 8:24

Muchos de nosotros hemos escuchado tantas veces la historia de Jesús en la barca. Y esa historia siempre nos ha confortado. Hoy, Dios nos recuerda nuevamente esta historia.

Un día Jesús decide pasar al otro lado del lago en una barca y mientras navegaban Jesús se queda dormido. Mientras él dormía se desató una tormenta y viendo los discípulos que peligraban sus vidas, despertaron a Jesús. Me imagino a los discípulos gritándole, lleno de miedo, gritando: ¡Jesús, Jesús despierta que perecemos! Jesús les preguntó ¿Dónde está tu fe? Jesús al escucharlos reprendió el viento y las olas cesaron y hubo una gran bonanza (tranquilidad o calma). Y, ellos atemorizados, se maravillaron, y se decían uno al otro: ¿quién es este, que aun a los vientos y a las aguas manda, y le obedecen? Lucas 8: 22-25. Sabes amigo (a), solo Dios conoce nuestra necesidad y sabe en qué estado tú te encuentras hoy.

Durante los últimos blogs Dios me ha inquietado hablar sobre temas de dolor y nos recuerda que él siempre ha estado en control. Lamentablemente hacemos muchas veces como los discípulos que aun viendo el poder de Jesús y que Jesús estaba en la barca, dudaron por un instante en medio de la tormenta del poder de Él.

Nuestras vivencias y sufrimientos que todos hemos vividos nos llevan a la desesperación a tal grado que pensamos que Dios duerme. Tratamos de buscar ayuda y escuchar las respuestas que tanto anhelamos. Y, tal es la incertidumbre que no escuchamos lo que queremos escuchar sino una respuesta que es todo lo contrario a lo esperado.  ¿Te ha pasado a ti?

Durante la tormenta que has vivido, tal como divorcio, problemas familiares, problemas financieros, enfermedades, insultos, trabajo, soledad, no saber dónde ir, no tener un lecho donde recostar tu cabeza, no tener alimento, estatus social, estado emocional, y otros tantos que solo tú conoces. Son tantos los problemas que nos desenfocamos de las otras cosas maravillosas que nos rodean. Tanto es así,  que a veces nos cansamos de tanto batallar y le cuestionamos a Dios donde él esta. O, ¿acaso Jesús duerme?, porque no le siento, no veo la solución ni la salida.

Pues, amigo(a) quiero decirte que en tu barca, en medio de la tormenta cuando piensas que en tu barca entra el agua y piensas que te vas a hundir, hoy Dios te recuerda que él es Dios. Él es Dios del viento, Dios de la mar y Dios hoy te le dice a tu tormenta, a tus fuertes vientos ¡CALLA Y ENMUDECE! Y, tan grande es su autoridad que si crees hoy en las palabras de Jesús veras que en este mismo instante las aguas inquietas de tu mar y los vientos fuertes que te aturden, ya dejara de ser porque DIOS ESTÁ EN CONTROL DE TODO.

Amigo que escuchas o lees esto, “¿Por qué teméis, hombre o mujer de poca fe?” Mateo 8:26. Hoy, Dios te recuerda que tu Dios está en control de TODO. ¿Que debes hacer? Solo es creer en Jesús y declara con tu boca que todo está bien. ¡Sí!, declara que todo esté bien aunque tus ojos físicos vean todo lo contrario, porque al creer en Jesús eso se llama FE. Levántate en victoria por que hoy Dios te ha recordado que Él sigue siendo el Capitán de tu barca por lo que Él te llevara a puerto seguro. ¡No temas porque yo, tu Dios, estoy contigo! Isaías 41:10.

Oración: Abre tu corazón

Señor Jesús, perdóname por no tener fe en tus promesas, perdóname por faltarte el respeto como Dios y Señor del Universo. Vengo ante ti, no para escuchar lo que quiero escuchar, sino escuchar lo que tú tienes para mí, porque todo lo que tú me darás de hoy en adelante es para mí paz.

Todo lo que suceda de hoy en adelante para con mi vida es bonanza y encontrar plenitud en ti. Fortalece hoy mi espíritu y mis huesos, dame la sabiduría y los ojos espirituales para ver más allá del horizonte. Y, poder ver más allá de que todo lo que surge en este universo es porque algún buen propósito hay, que hoy no entiendo, pero mañana entenderé y veré tu gloria manifestada en mi vida. A partir de hoy, no quiero temer, quiero tener la fe y de que tú eres el Capitán de mi barca por lo que me llevaras a puerto seguro. Amen.

Consejo:

Amigo(a), quiero decirte que todo dependerá de tu fe. Recuerda que solos no estas. Habla con Dios, lee la biblia y pide dirección de lo alto para que puedas manejar toda situación que llegue a tu vida. Recuerda que Dios es el Capitán de tu barca.

Si necesitas buscar ayuda, recuerda que hay buenos recursos espirituales y profesionales que te pueden ayudar con tu situación. Y, lo demás déjalo en las manos de nuestro Dios y veras las grandes victorias en tu vida.

2 Replies to “En la barca”

  1. Que bueno es reconocer que el Jesús que estuvo con los discípulos en la barca es el mismo hoy y por los siglos…El sigue haciendo milagros…solo hay que creer! Dlbm

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