El silbo apacible

Él le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto.  Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado. 1 Reyes 19:11-12

Todos hemos sentido miedo y tras ese miedo muchos nos escondemos. Suceden situaciones difíciles en nuestras vidas que pensamos que no hay solución, que no hay salida y nos escondemos como hizo uno de los grandes profetas de los tiempos, Elías. Miedo a que lo mataran, miedo…que a tal extremo no importa lo que escuchemos no queremos salir de la cueva. Pero, ¿en qué momento el pudo escuchar y sentir paz para salir de la cueva? Cuando su mente estuvo apacible.

Nuestra mente y nuestro ser espiritual trabajan juntos, por lo que es importante que nuestra mente se encuentre en una condición normal. Una mente relajada, una mente que puedas escuchar mas allá de lo usual. Que en el silencio podamos sentir paz y estar en armonía con el universo. Es entonces, que podemos escuchar lo que nuestro espíritu necesita decirle a nuestra mente. Por lo que, nuestra mente necesita estar libre y disponible para que podamos escuchar la vocecita interior. Al estar nuestra mente sobrecargada, nos sentimos agobiados y confundidos llenando nuestras mentes de pensamientos erróneos. Es importante, llevar nuestra mente a otro nivel. ¿Cuál es ese nivel?

Por ejemplo, si hay una habitación llena, ruidosa y tratan dos personas de comunicarse o decirle un secreto, ¿podrá esa persona escuchar? Habrá tantas cosas sucediendo que es bien difícil escuchar con atención lo que la otra persona está diciendo, Por lo que, es lo que sucede cuando nuestro ser interior trata de comunicarse con nuestra mente. Por ende, es importante que nuestra mente este en un estado normal o sea una mente en paz. Una mente que está en reposo y alerta lo que nos llevara alcanzar el próximo nivel, permitirnos escuchar lo que la vocecita interior quiere decirte. Es tiempo, que escuches en el silbo apacible, la voz de Dios, que te dice sal de tu cueva y confía plenamente en mí.

Oración: Abre tu corazón

Señor Jesús, estoy delante de tu presencia pidiéndote perdón si con el afán de mi vida no he prestado atención a lo que tú deseas decirme. Hoy, quiero salir de la cueva y escuchar la voz apacible en mi vida. Te lo pido en tu nombre, Jesús, Amen.

Consejo

Mis queridos amigos, es tiempo de detenernos y sacar un tiempo para ti. El afán de la vida nos agobia .  A nuestra mente llegan pensamientos erróneos y no claros que nos impide ejecutar lo que tenemos que hacer. Es tiempo de relajarte, meditar, buscar ayuda, y hablar con alguien.