Pues el SEÑOR tu Dios te ha bendecido en todo lo que has hecho; Él ha conocido tu peregrinar a través de este inmenso desierto. Por cuarenta años el SEÑOR tu Dios ha estado contigo; nada te ha faltado. Deuteronomio 2:7
Recientemente leí un mensaje de Facebook que decía:
“El desierto es intencionalmente provocado por Dios. No solo el propósito de Dios es que le conozcas en el desierto; sino abrir tu corazón y exponer que realmente hay adentro de él. El resultado te entrega dos opciones: estar listo para la abundancia o te quedas dando vueltas en el desierto. Entiende iglesia, el desierto no te mata, te bendice; no te sepulta, te catapulta; te trasforma porque jamás podrás llegar al cumplimento como esclavo sino como hijo. Cambia tu óptica y disfruta el desierto.”
Cuantas veces he vivido el desierto… Desierto que caminas y caminas que parece no tener fin. El llegar al destino parece imposible. Llega la seguía, llega el calor, llegan alucinaciones viendo cosas que parecen y no son. No hay donde protegernos, hay insolación y agotamiento. Desierto…desierto que me recuerda por qué vivimos o por que fue creado en esta tierra. Hay personas que viven en esto lugares y se adaptan a ellos y hay otros que no soportamos estar por mucho tiempo en el desierto. Pero, con la esperanza que llegaremos al destino final.
La verdad es que los desiertos ocupan un tercio de nuestro planeta. La temperatura suele ser extrema, el suelo suele ser arenoso, pedregoso o rocosos. La vegetación es escasa, pero la que existe se ha resistido a las condiciones adversas. La fauna se ha adaptado a su entorno. Qué bueno es también saber que en el desierto existen recursos minerales como el petróleo y metales pesados como también existen manantiales. Entendemos que el desierto es parte de esta Tierra, pero también existen desiertos creados por el hombre. Al evaluar y estudiar un poco las características del desierto, puedo compararlo con nuestra vida. Ahora, puedo entender cuán importante es vivir experiencias en el desierto.
Vivir experiencias en el desierto nos transforma, vemos la vida desde otra perspectiva, nos hace hacer fuertes y resistentes para cuando lleguen los vientos fuertes y arenosos podamos sobrevivir a esa tormenta. Pero, sobre todo recordando que en el desierto hay recursos naturales que nos harán ricos en sabiduría, ricos en bendiciones y sobre todo que hay un manantial que es Jesús que nos da agua de vida para mantenernos vivo en cada desierto. Pues, ya vez, ese no será el único desierto que vivamos. Por tanto, existe un tercio más de desiertos que posiblemente tengamos que pasar para llegar a la tierra prometida.
Oración: Abre tu corazón
Señor Jesús, estoy delante de tu presencia pidiéndote que me ayudes en mi desierto. Dadme las fuerzas necesarias para poder llegar a mi meta final. Amen.
Consejo
Mis queridos amigos, todos vivimos por diferentes adversidades en nuestras vidas. Pero, sea cual sea tu desierto, recuerda orar, leer la biblia y buscar ayuda.