1 Tesalonicenses 4:14
4 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
Muchas veces enfrentamos en nuestras vidas una pérdida de un ser amado. Es difícil dejar ir a una persona que ha formado parte de nuestra existencia. Tuve la experiencia de dejar ir a mi amada madre.
Recuerdo que ella siempre tenía una sonrisa y aun en su enfermedad. También, ella le daba el primado a Dios por darle la oportunidad de vivir un día más. Mi madre paso por muchas complicaciones de enfermedades durante su estadía aquí en la tierra. Un día el medico entró a la habitación del hospital y le dijo: “Querida Señora a usted le quedan aproximadamente 5 días de vida, le vamos a dar de alta para que pueda disfrutar con sus hijos en su casa”. Esa noticia fue aterradora, vi el rostro de mi madre y con una sonrisa le contestó: “Bueno doctor, usted dice 5 y solo Dios es el que define el tiempo.” ¡Wau! Mi corazón en ese momento se desgarró y salí del cuarto porque no podía contener mis lágrimas. Les notifique a mis hermanos, pues mi padre estaba en la habitación atónito al escuchar la noticia con ella.
Pasaron casi tres meses, y Dios le dio la oportunidad de vivir, realizar sus peticiones y estar con su familia. Pero, en esa instancia de los 3 meses la vi decaer en su enfermedad. Ella era una mujer fuerte, alegre y siempre con una actitud positiva. Pero, al verla sufrir calladamente en su enfermedad pedía yo a Dios que no sufriera más y que Él se la llevara al cielo con El. No es fácil ver a tu amado sufrir, pero siente un alivio de que ya no sufre más en esta vida terrenal.
Amigo(a) lector, no sé porque momento estés pasando o hayas vivido con tu ser amado. Sé que no es fácil dejar ir, pero nos queda una esperanza. Y esa esperanza que en algún momento de nuestras vidas nos volveremos a reunir. ¿Cómo? Si, Dios dice en su palabra que todo aquel que viene al hijo será salvo y cuando Jesús regrese, los que durmieron en Cristo resucitaran primero.
Lo que tenemos que preocuparnos es que nuestros seres queridos aun en su último momento de vida, tengan un momento de pedir perdón y arrepentirse de sus pecados para poder tener entrada a los reinos de los cielos. Y aun en el silencio de su dolor ellos escuchan. Dios siempre dará esa ventana a todos los seres humanos por su amor y misericordia. Y yo sí creo que TODOS tenemos entrada al reino de los cielos. Solo depende de ti, de hacer o llevar el mensaje de salvación para vernos un día cara a cara.
Oración: Abre tu corazón
Dios perdona mis pecados. Hoy estoy ante tu presencia pidiendo la sabiduría y el entendimiento para llevar la palabra de esperanza al enfermo. Yo reconozco que tu poder de sanidad es real. Pero, si en ese momento te place recibir a mí amado(a) (nombre de la persona) en el reino de los cielos, te lo doy gracias porque no sufre más en esta vida terrenal. Y sé que pronto nos veremos en el reino de los cielos. Dame la palabra de sabiduría para llevar tu palabra de amor aun en ese último soplo de vida. Amen.
Consejo
Si tienes algún amigo(a), familiar, y aun tu enemigo háblale del amor de Dios. Aunque en ese momento no te escuchen, ellos recordaran en ese segundo de vida del mensaje de amor de Dios y la oportunidad de un nuevo amanecer.
Siempre los amaremos y recordaremos.