Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.(Juan 14:6).
Muchas veces nos hemos preguntado, ¿cuál es la verdad? Al ver el escenario de una corte, hay muchas personas que son entrevistados entre ellas están la persona juzgada, los testigos, el abogado, el fiscal, el juez, el jurado, entre otros. Llega el momento de pasar al estrado, y lo primero que preguntan es ¿jura usted decir la verdad y toda la verdad? Y, respondes, si lo juro.
Al hacer las preguntas todos los que pasan por el estrado han juramentado decir su verdad. Pero, en realidad cual es la verdad ya que todos tienen diferentes versiones. Hay, algunos testimonios que coinciden con el hecho imputado, pero aun así todos tienen su propia versión de los hechos. ¿Cómo puede ser que esto sea la verdad? Pues, cada uno de los testigos estuvieron presente pero cada uno narra el hecho según sus experiencias vividas. El jurado comienza a deliberar, el cual se basa en las verdades de cada individuo. No pueden discriminar ninguna versión. Solo el hecho de que varios testimonios coinciden en ciertos eventos, es entonces que determinan la verdad de dicha situación.
Al evaluar este escenario con nuestro estilo de vida, cada individuo carga o dice su propia verdad. Creerle o no creerle depende de cuan veraz es la información. A veces afirmamos con un sí o con un asombroso ¡de verdad! El creerle es cuestión de quien dice la información, pues no estuvimos presentes en ese momento que ocurrió los hechos y solo nos queda creer o no creer. Todo esta confusión de ¿cuál es la verdad? me llega a mi mente que solo existe una sola verdad: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.(Juan 14:6).
Oración: Abre tu corazón
Señor Jesús, perdóname si en mi búsqueda de la verdad he pecado contra ti. Hoy, quiero que tu seas mi verdad. Te lo pido en tu nombre Jesús, Amen.
Consejo
Mis queridos amigos, es difícil encontraros en medio de pensamientos que nos confunden. Como personas pensamos tantas cosas y aun en nuestros pensamientos ya no sabemos ni a quién creer. Pero, hoy te digo que escuches tu corazón, late fuerte, respira, y medita. Pide dirección al Jesús y veras cual es la verdad.