Coronavirus y la sanación

Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre. Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias. Salmos 103:1-3

Hoy, quiero compartir el testimonio de uno de mis seres queridos sobre el coronavirus en su vida y en su familia. Pero, sobre todo palabras de motivación en medio de la pandemia, COVID 19. Comparto hoy su mensaje de sanación sobre esta pandemia del coronavirus que está afectando a muchos seres queridos. A continuación el mensaje:

Mi vida al cuidado del Gran Yo soy…mi médico por excelencia…..

Para aquellos que han dado positivo al Coronavirus o Covid-19 Fui positiva a este virus el día 8 de abril 2020, pero….. ¡Soy testigo del poder de Dios! ¡Soy testigo de lo que es su misericordia y gracia! Es por eso que hoy testifico una vez más el milagro que recibí durante la mañana del día 16 de abril 2020.

Les relataré mi caso para animar a todas las personas q han dado positivo y caen en la depresión y desesperación ante este diagnóstico y porque tristemente su cuidado tiene que ser en su propio hogar antes de caer en una emergencia….Es un caos si vives solo o tienes menores, ancianos, en fin… es todo un protocolo o proceso por el cual tienes q someter a tu familia por la seguridad de todos..

Personalmente tengo que decir que somos nosotros mismos los que tenemos que velar por nuestra salud y estar pendiente de tus síntomas, por ejemplo: ¿si estoy igual? ¿Qué cambio? ¿Como estoy respirando? ¿Estoy tosiendo? ¿Qué remedio natural me ayuda mejor? En fin, uno mismo junto con tu familia  (en este caso, tengo a mi esposo, quien una vez más en medio de nuestras vivencias ahí está siempre a mi lado, para darme ánimo junto a nuestros hijos. ¡Te amo, amado esposo, gracias por todo tu amor y apoyo para conmigo!) ¡No se desespere! Mire que bueno es Dios que ante este virus “mortal” él nos regala de la naturaleza aquellas plantas medicinales y/o remedios naturales que nos ayudarán a prevenir a que no lleguemos a una sala de emergencia humanamente hablando porque amados la cura total proviene de Dios y el ingrediente principal que se llama ¡ORACIÓN!  Su palabra dice: ¡que por sus llagas fuimos curados! ¡Créalo!

¿Qué es una situación desesperante? Por ende, es bien importante que sepan y tengan claro que siempre que surjan situaciones oren por el enfermo, pero mejor aún si mantienen en oración también por aquellos que son los que atienden al paciente o por los que están manejando cualquier situación, porque necesitan el apoyo emocional.  ¡Créanme que no es fácil para ellos! ¡Se sienten aún con todo lo que hacen impotentes! Y, son realmente los que hacen el papel de médicos cerca de ti.  Me atrevo a decir en mi caso que fui positiva a este virus, cuando me enviaron a la casa, pensé que sería un experimento para la ciencia o la medicina, porque solo te dicen que vayas a tu casa y guardes cuarentena y cuando sientas cambios de respiración, labios o uñas moradas entonces llamar…. ¡asombroso! Luego al pasar una semana te llaman del Departamento de Salud  para seguimiento….. ¡Solo eso!

Con mi historia solo quiero por favor dejarles saber que si conocen de alguien que dio positivo a este virus, explíquenle, oriéntenlos en confianza y que, ¡no permitan escuchar mensajes negativos! ¡La mente es un arma traicionera! Escuchen música que edifica y trae paz.  No le tenga miedo a ese paciente. Hay que guardar distancia y protegerse, pero también demuéstrale respeto, bondad y sea amable.  ¡Muchos están solos! Por favor, es momento de dar la mano.  No tienes que acercarte, con tan solo una llamada y dejarle lo que pudiera necesitar esa persona en una esquina de su patio o en el portón, pero regálele un gesto de amor. 

¡Soy una mujer de fe! Y he pasado por muchas situaciones de salud, PERO, ¡siempre Dios en su infinita misericordia me ha sostenido!  Tristemente hay quienes se creen que por ser hijos de Dios no seremos probados y muchos tienden a juzgar.  Yo puedo testificar que en medio de cada proceso, ¡he visto la mano de Dios! Puedo decir con certeza que no importa la situación,  hay que abrir la boca para adorar el nombre del ¡Dios vivo! en medio del dolor, tenemos que dar gracias porque sólo Dios hace como Él quiere para hacer cumplir su propósito en nuestras vidas.  Hay quienes dirán, ¿habrá llorado? ¿Cuestionado? ¿Tuvo miedo? En fin, todas las preguntas  que humanamente nos podemos hacer.  Mi respuesta a todas las preguntas, por supuesto que lloré y tuve miedo.  No dejo de ser humana.  Pero seguiré declarando que al Dios que yo le sirvo y a quien le seguiré dedicando mi vida hacer conforme a su perfecta voluntad.  Sobre todo porque aún en medio de cada situación mi familia y yo somos fortalecidos.

Llore, pero no tomé todo el día, no lo desperdicie. Seque sus lágrimas y levante su mirada al cielo y diríjase en completa libertad al Dios de lo imposible. ¡Hablé con Papá! Pregúntele cuál es su propósito detrás de su condición. ¡Ríndase por completo a sus pies! ¡Entréguele su corazón y clame en fe de que ¡él será su Socorro y Pronto Auxilio en su tribulación!

Concluyo exhortándoles, que en medio de cualquiera que fuese su situación, ¡confíen en el Señor! Pongan en acción su FE y verán como Dios obrara tanto en sus vidas como en las de sus familias. Unámonos en oración por toda la humanidad, por aquellos que aún están en medio de esta crisis porque solo Dios puede detener esta pandemia.  Vivo agradecida de mi Dios, ¡mi Todo! Agradezco a Dios por mi esposo e hijos.  Agradezco a Dios por mis padres por cada uno de mis herman@s y por los amigos. Son los eslabones que te sostienen y te hacen fuerte para seguir adelante aún a la distancia.

Llévense esto a su corazón: La mejor medicina es la: ORACIÓN  la cual ha sido el mejor remedio cuando viene recetada por el único e inigualable Doctor de Doctores q se llama: ¡JESUS DE NAZARET! Y, lo mejor de todo es que su hospital está abierto las ¡24 HORAS! Llama y ÉL te CONTESTA a Cualquier hora…. ¡sí! Y hay más…….. ¡NOS ATIENDE A TODOS A MISMA VEZ! Y, él no usa ninguna protección, al contrario nos protege con su amor y nos cubrió y perdonó con su sangre preciosa cuando lo demostró en la Cruz del Calvario. 

Un hijo de Dios, ¡nunca se rinde! ¡Dios les bendiga! 

¡Mi cariño y respeto!

Oración: Abre tu corazón

Señor Jesús estoy delante de tu presencia pidiéndote por todos los enfermos. Reconocemos que tú eres el médico por excelencia y solo en ti encontramos liberación y sanación. Te encomendamos a todos los enfermos y creyendo que están sanos. En tu nombre, Jesús, te lo pedimos Amen.

Consejo

Mis queridos amigos (as), con este testimonio quedan confirmados que el poder de la oración activado con fe, es el remedio para sanar cualquier enfermedad. Proteja a los suyos y a usted mismo. Pero, sobre todo que Dios sea el protector de tu hogar.

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