Confianza en sí mismo y falsa seguridad

“pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos”. San Lucas 22: 32.

Muchas veces nos hemos creído que lo podemos resolver todo, que lo podemos hacer, que podemos con nuestras propias fuerzas, a tal extremo que pensamos que estamos tan seguro de lo que decimos. Pero, llega el momento que hacemos como Pedro (discípulo de Jesús). El cual pensó que no iba a negar a Jesús aun en los tiempos difíciles. Pedro tenía una alta confianza en sí mismo que dijo ”Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte”. A muchos nos ha pasado como a Pedro, y hasta contradecimos a Jesús como lo hizo Pedro, de que él no caería. ¿Cuántos de nosotros hemos confiado en nosotros mismos hasta tal extremo que creamos una falsa seguridad?

Pedro negó su propia debilidad. Como persona tratamos de hacer lo que es correcto o lo que la sociedad determina que es correcto. No obstante como seres humanos tenemos una inclinación natural de hacer lo malo. Vemos a un Pedro que siendo un hombre maduro y llevando tiempo con Jesús, cayó en una trampa como lo es confiar en sí mismo. Por lo que, aun los cristianos y no cristianos tienen la posibilidad de caer si bajan la guardia. ¿Cómo evitar que pueda yo  deslizarme espiritualmente o a reincidir en algo del pasado o en mi viejo yo?

Pues, en 1 Corintios 10:12 dice “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.” Por lo que, Jesús le advirtió a Pedro que orara, pero en cambio el durmió. Mateo 26:41 dice “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”. Muchas veces creemos que por ser cristianos o ser buenas personas la tentación nunca va a llegar, creamos una autoconfianza de que somos X o Y cosa y nos olvidamos que Satanás nos zarandea a todo momento (he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; Lucas 22:31).

A pesar de la caída de Pedro, él fue restaurado. En Lucas 22:61 dice  “Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro;” por lo que sus ojos se encontraron con los de Jesús y Pedro lloro amargamente. Cuando Pedro penaba por su pecado, Jesús vio su corazón. La biblia dice que “Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación”. Tal fue el extremo que después de la muerte de Jesús, el Ángel de la tumba le dice a las mujeres que  le cuenten a los discípulos incluyendo a Pedro. ¿Por qué a Pedro, el que le había negado? Sí, pues él se arrepintió de corazón y si tenía alguna duda del perdón, Jesús deseaba que Pedro supiera que él todavía lo amaba.

Oración: Abre tu corazón

Señor Jesús, estoy delante de tu presencia pidiéndote perdón. Perdóname si he negado quien soy, de donde vengo y hacia dónde voy. Yo, reconozco que con mis propias fuerzas no puedo completar mi camino. Hoy, reconozco que sin ti no puedo completar mi trabajo aquí en la tierra. Se tu mi maestro y mi guía en todo, te lo pido en tu nombre, Jesús, Amen.

Consejo

Mis queridos amigos, solo no podemos. Qué bueno es que Dios nos coloca personas maravillosas en nuestro camino para recordarnos que él siempre ha tenido cuidado de nosotros, pero sobre todo amor. Dios no mira tú condición, sino corazones arrepentidos y con deseos de amarle como él te ama a ti. Solamente, te pide que ores, hables con él. Dios te escuchara y te ayudara.