San Marcos 4: 39-40
“39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. 40 Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?
Antes de iniciar este blog, aun me temblaban las piernas y aun tenia mis inquietudes. Al tener las inquietudes ya saben ( si leyeron mis primeros post), lo que Iris Pérez hace, sigue cuestionado y preguntándole a Dios, ¿porqué? ¿Quizás fue mi mente? ¡Oh, Dios mío! Bueno, cuando Dios quiere, Él quiere, mira que se lo digo, Él es persistente.
Un día decidí tomar una orientación sobre un curso de interés. Mi inquietud era tan grande por asistir a esa orientación que no quería que nada ni nadie invadieran ese momento. Y me preguntaba, ¿porqué tanto deseo de ir a la orientación? Bueno, llegue a la orientación o charla sobre el curso.
Llegue temprano, me saludo el instructor, y me sentía un poco ansiosa, y yo decía, “si es una charla, ¿porqué me siento así? Bueno, durante el curso veo al instructor también incomodo, sudando, le di agua, él miraba hacia afuera como si alguien hubiese entrado al salón. Una vez completado la orientación, decido esperar para hacer unas preguntas de interés y espere que todos se fueran.
Cuando todos salieron, me le acerco y comienzo a preguntar mis inquietudes y de momento…Al mirar a sus ojos no pude contener mis lágrimas, y yo le decía “no sé porque lloro, me siento una estúpida, si es solo unas preguntas” me decía a mí misma y a el instructor.
El instructor al verme así, corre a recoger mis cosas para poder hablar en privado en su oficina. Aún llorando, mi marido me da su pañuelo, sin preguntarme nada y se sienta a mi lado. El instructor comienza hablar sobre alternativas de ayuda, pero yo sigo llorando sin contenerme. Y el instructor comienza hablar de la oración y le digo entre sollozos “yo sé, yo soy cristiana”. Y fuera como si en ese momento, todo fluyó de acuerdo al Espíritu de Dios, porque resulta ser que él y su jefa son cristianos.
El instructor me dio la palabra de Dios, que Dios tenía para mí. Las cuales yo hace tiempo estaba esperando las respuestas a mis preguntas. Me dijo que hay momentos difíciles que pasamos y nos estacionamos como las épocas de los años, pero cada época cambia y hay un nuevo cambio en nuestras vidas. Dios quiere bendecirte de manera especial y sobre natural. Solo espera y verás. Luego, su jefa me dices tienes un proyecto en tus manos y es grande, no te detengas. Al igual tú marido, el cual es la ayuda idónea para ti y él es tu complemento. Fueron sus palabras y otras más, las de Dios, a través de sus siervos. Llore como loca toda la noche y no podía contenerme. Y llegaron palabras del Espíritu a mi mente, que me decían “tus preguntas fueron contestadas”.
No sé cuál es tu miedo o la fe que se nos debilita antes tantas circunstancias. Miedo a los cambios, miedo a lo desconocido, miedo a la enfermedad, miedo a la bancarrota, miedo. Miedo a ¿qué? Miedo.
Pero, hoy, Dios te da la palabra y te dice, “¿Cuál es tu miedo? ¿De qué te preocupas? ¿Acaso no soy Dios? Si yo te digo haz, hazlo. Si te digo camina, camina. Y si te digo levántate, te levantaras. Y si te digo este sano, sano estas. Y si te digo escribe, escribirás. Si te digo habla, canta, predica, usa tus talentos, solo hazlo. ¿Que nos queda? ¿Qué?” Confiar y hacer la voluntad de Dios. Dios está en control de cada estación del año y nos dará las herramientas según cada situación. ¿Cómo no tenéis fe?
Oración: Abre tu corazón
“¿Cómo no tenéis fe?” Señor Jesús es la pregunta que nos haces en nuestra humanidad. Porque cuestionamos tus mandatos y no queremos hacer tu voluntad. Nos da miedo. Perdónanos por faltar a tu palabra y ayudamos a continuar en tu caminar. Amen
Consejo
Cuando tengas dudas, siempre es saludable pedir a Dios confirmación. Pero, cuando la palabra de Dios es dada, solo nos queda creer y confiar en sus procesos y no dudar. ¡Eso es fe!
Que maravilloso! Amen amiga del alma. Bendiciones. Me encanto.
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