Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. San Lucas 15:20
Cuando crecemos nos vamos a apartando de nuestras familias y de los seres que amamos. Quizás fue porque llego el trabajo, el matrimonio, negocios, y otras cosas que nos lleva a mudarnos del nido que una vez nos vio crecer. Ya las llamadas a nuestros padres son semanales, mensual o quizás en tiempos festivos. Quien sabe cual es la excusa por no tenerlos cercas o por no hacer una llamada.
Hay tiempos que se nos olvida que mucho de nuestros padres han dado de su tiempo y amor por estar donde estamos hoy. Quizás para algunos habrá una razón por no estar cercas de ellos. Pero, lo importante en estos momentos es saber perdonar, saber olvidar e iniciar una etapa nueva en nuestras vidas.
No esperemos que sea demasiado tarde para abrazarlos, para decir gracias, para perdonar viejas heridas e iniciar una nueva relación de amor entre padres e hijos. Que no sea en el último abrazo en la caja que lleve sus cuerpos a la tumba. Hoy es el momento para visitarles, darles una llamada y sentarse hablar con un buen cafecito entre las manos.
Oración: Abre tu corazón
Señor Jesús, estoy delante de tu presencia para pedirte por los padres y madres de este mundo. Pero también te pido por los hijos que han olvidado a sus padres. Llénales de amor y sobre todo perdón para poder continuar el camino de la vida.
Consejos
Mis queridos amigos es tiempo de hacer un detente, se acerca los días festivos y aunque muchos quizás tengan sus propias familias, haz una llamada o una visita si es posible. Demuéstrales cuantos los ama antes de que sea demasiado tarde.