Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma. Hebreos 10:39
Hay tiempos en nuestras vidas que recordamos nuestra infancia, nuestras alegrías, nuestras tristezas y hasta recordamos el pasado de donde estábamos y donde estamos hoy. Quizás hoy tienes empleo, tienes familia y todo te va muy bien. O, quizás al recordar te atormenta lo pasado y no puedes salir de esos eventos que marcaron tu vida. A veces la mente nos traiciona y pensamos que no hay solución. Nos asustamos de ese pasado y tenemos miedo que otros se enteren o te sigan lastimando. Pero, hoy quiero decirte que hay solución.
Yo, recuerdo la historia bíblica de la mujer adúltera (Juan 8:1-11) cuando todos querían apedrearle, pero en ese preciso momento había una persona que la protegió y tuvo compasión, misericordia, amor y sobretodo perdonó sus pecados. Cuando todos tenían en sus manos piedras para arrojársela, solo él les dijo “Todo aquel que esté libre de pecado que tire la primera piedra.” Por lo que, nadie arrojo nada sobre ella o sea todos ellos también había hecho algo no licito alguna vez en su vida. Lo más impresionante fue que esa persona que la defendió, nunca la juzgo, solo le dijo “Vete y no peques más.”
Hay tiempos que a nuestra mente llega momentáneamente pensamientos del pasado, pero inmediatamente recordamos que esa persona una vez nos perdonó y es por ello que damos gracias que ya no andamos más en esos pasos o caminos. Por lo que, al recordar el pasado no implica que nos volvamos a quedar estancados, sino continuar nuestro camino dando gracias de que tenemos una vida mucho mejor porque esa persona intervino por nosotros en el momento justo donde estábamos al borde del precipicio y donde había dedos señalándonos y juzgándonos. Sin embargo, esa persona lo dejo todo por nosotros. Nos perdonó, nos dio una nueva vida y nunca nos juzgará por nuestro pasado. Esa persona es el Dios Todopoderoso, Jesús.
Oración: Abre tu corazón
Señor Jesús, perdona mis pecados. Hoy, quiero estar libre de todo ese pasado que me atormenta. Quiero ser libre en ti, Jesús. Te lo suplico en tu nombre, Amen.
Consejo
Mis queridos amigos, sé que hay tiempos que a nuestra mente llegan recuerdos del pasado, pero eso no implica que debas sentirte culpable de tu pasado. Pues, cuando miras tu presente hay que darles gracias a Dios de donde nos sacó. Nadie es perfecto, todos hemos fallado alguna vez en este mundo, pero eso no implica que Dios te va a juzgar por ello. Pues, EL nos recuerda que nuestros pecados son perdonados, y solo nos dice que no pequemos más.
Por lo tanto, no seamos tan rapiditos en juzgar a los demás, eso déjaselo a Dios. No tengamos piedras en las manos como si fueras perfecto, pues no lo somos. Vivimos en este mundo lleno de tanta adversidades, por lo que es importante estar confiando que hay algo mucho mejor que nuestro pasado y que todo tiene un nuevo comienzo en Jesús.
Busca ayuda de un psicólogo, pastor o consejero. Es saludable hablar de tu pasado para sanar heridas. Y, también buscar ayuda para que puedas continuar caminado en tu presente y no retroceder a algo que nos lastima. Todo lo que ocurra en este planeta veras como Dios te hace justicia. Sonríe, camina hacia adelante y voltea a mirar porque ya no hay nadie que te vaya a apedrear. Pues, hoy Jesús nos recuerda que él está en control de tu vida.