Nadie es mejor que nadie

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8.

Estaba leyendo un mensaje de una amiga del Facebook, y me hizo reflexionar la verdad de la vida. Su mensaje fue uno de inspiración donde nos recuerda que todos tenemos altas y bajas. Por lo que, nunca debemos perder la perspectiva de quienes realmente somos.

Cuan real es que a veces tenemos dinero para tantas cosas y hay momentos que no tenemos nada. Todos en un momento nos hemos encontrado disfrutando de la bendición y otras veces llorando porque ya no hay con que pagar las deudas. Hemos perdido el trabajo, hemos experimentado enfermedades, muerte, divorcio y tantas otras cosas. Ya no podemos darnos el lujo de comprar sin mirar el precio de los productos. Antes dábamos sin distinción de persona y ahora nos toca pedir. En tiempos de abundancia había amigos y en tiempo de escasez ya son pocos los que te llaman o saludan. Pero, llegara el momento que el que estaba arriba, le toca estar abajo. Todos aprendemos la lección de vida.

Pero, es triste como personas olvidan donde estuvieron y que necesidades pasaron. Por lo que, hay que recordar que como dice mi amiga “Nadie es mejor que nadie…No importa lo que tengas ya sea una casa grande, auto nuevo o cuánto dinero tengas en el banco…todos sangramos rojo y todos morimos algún día. Por lo que, la muerte no discrimina, tampoco debe tenerla la vida.”

Es tiempo dejar de ser hipócritas, es tiempo de dejar de aparentar ante la sociedad porque en medio del tiempo difícil sabemos en realidad quien eres tú, el amigo o el desconocido. Es tiempo de amar con libertad, de dar la mano al caído, de ayudar a otros y servir. Es tiempo dejar el orgullo a un lado. Es tiempo de tener corazones sensibles y dispuestos. Hoy puedes estar bien pero, mañana puedes estar en ese lugar que jamás pensaste que no te tocaría. Ama a los demás como Jesús ama, El no ve tu condición actual sino que te ve como a uno de sus hijos.

Oración: Abre tu corazón

Señor Jesús, perdona mis pecados. Hoy, quiero ser como tú, Jesús, con un corazón sensible, tener tus ojos para ver la necesidad, tus oídos para escuchar la necesidad, tu voz para dar consuelo, y tus manos para ayudar a levantare el caído. Amen.

Consejo

Mis queridos amigos, es tiempo de ser honestos con nosotros mismos. Busca la ayuda que necesites ya sea espiritual, física o mental. Recuerda solo no estas. Es tiempo de dar la mano al caído. No critiques o murmures pues mañana puedes que seas tú. Haz el bien y no mires a quien porque mañana esas personas te ayudaran a ti.